jueves, 29 de marzo de 2012

Amanecer ♟♜ Capítulo 12: Hay quienes no entienden el concepto de "non grato"


Estaba justo a punto de dormir. 
El sol se había levantado tras las nubes hace una hora – el bosque 
era gris ahora en lugar de negro. Seth se había acurrucado y 
quedado dormido alrededor de la una, así que lo levanté para 
hacer el cambio de guarda. Aún después de correr toda la noche, 
estaba teniendo problemas para hacer que mi cabeza se callara y 
me dejara dormir, pero el paseo rítmico de Seth ayudaba. Uno, 
dos-tres, cuatro, uno, dos-tres, cuatro – dum dum-dum dum - 
pasos apagados golpeaban el piso, una y otra vez mientras 
realizaba el recorrido alrededor de la tierra de los Cullen. Ya 
habíamos formado un sendero en la tierra. Los pensamientos de 
Seth estaban vacios, sólo eran imágenes borrosas con verde y gris 
del bosque por el que pasaba. 
Estaba resentido. Ayudaba llenar mi cabeza con lo que el veía en 
lugar de dejar que mis propias imágenes fueran el centro de 
atención. 
Y entonces el aullido penetrante de Seth rompió la calma de la 
mañana. 
Me levanté del suelo, mis piernas frontales brincando antes que 
las traseras despegaran del piso. Corrí hacia el lugar donde Seth 
se había detenido, escuchando con él el par de pasos que se 
aproximaban. 
Buenos días, muchachos. 
Una protesta se escuchó a través de los dientes de Seth. Y 
entonces los dos gruñimos mientras leíamos los nuevos 
pensamientos. 
“Oh, vamos! Vete lejos Leah!” se quejó Seth 
Me detuve cuando me acerqué a Seth, que había echado la cabeza 
para atrás, listo para aullar de nuevo – esta vez como protesta. 
“Cállate Seth” 
“Claro, Ugh! Ugh! Ugh!” lloriqueaba y pateaba en el suelo, 
marcando grandes surcos en el suelo. 
Leah apareció en nuestra vista, su pequeño cuerpo gris se movía a 
través de unos arbustos. 
“Deja de lloriquear Seth. Pareces un bebé” 
Le gruñí, con las orejas pegadas a mi cráneo. Ella dio un paso 
atrás automáticamente. 
“Qué crees que estás haciendo Leah?” 
Me dedicó una mirada severa. “Es bastante obvio no lo crees? Me 
estoy uniendo a tu pequeña manada basura de renegados. Los 
perros guardianes de vampiros.” Comenzó a reírse por lo bajo, de 
forma sarcástica. 
“No, no lo harás. Date la vuelta antes de que decida desgarrarte 
algún músculo” 
“Como si pudieras alcanzarme.” Se rió y se puso en posición para 
salir corriendo. “Una carrera, oh líder sin miedo?”
Respiré profundo, llenando mis pulmones hasta que mis costados 
lastimaban. Entonces, cuando estaba seguro que no gritaría, 
exhalé con alivio. 
“Seth, ve a decirle a los Cullen que es sólo tu estúpida hermana – 
“ pensé las palabras más rudas posibles. “Yo me encargo de esto” 
“En seguida!” Seth estaba feliz de irse. Se desvaneció rumbo a la 
casa. 
Leah lloriqueó e hizo el intento de seguirlo, el pelo de sus 
hombros estático. “Vas a dejar que entre a la casa de unos 
vampiros solo? 
“Estoy seguro que preferiría que lo mataran antes que pasar otro 
minuto contigo” 
“Cállate Jacob. Oops, lo siento – quise decir, cállate, el más 
grande Alpha” 
“Porque diablos estás acá?” 
“Crees que me voy a sentar tranquilamente en mi casa mientras 
mi hermanito es voluntario como juguete de vampiros?” 
“Seth no quiere o necesita de tu protección. De hecho, ninguno de 
los dos te queremos aquí” 
“Oooh, ouch, eso dejará una gran marca en mí. Ja!” tosió. “Dime 
quien me quiere acá y entonces me iré” 
“Entonces no es por Seth, no es cierto?!” 
“Claro que lo es. Es solo que el hecho de que no me quieran acá 
no significa nada para me. No es un factor de motivación, si 
entiendes lo que quiero decir.” 
Choqué mis dientes y traté de mantener mi cabeza en orden. 
“Te envió Sam?” 
“Si estuviera aquí por órdenes de Sam, no serías capaz de 
escucharme. Mi alianza no le pertenece más” 
Escuché cuidadosamente los pensamientos mezclados con 
palabras. Si estoy era una trampa, debería estar lo suficientemente 
alerta para ver sus intenciones. Pero no podía ver nada. Su 
afirmación no era más que la verdad. La desesperante y no 
deseada verdad. 
“Eres fiel a mí ahora?” Pregunté con sarcasmo “Uh-uh, claro”  
“Tengo opciones limitadas. Estoy trabajando con lo que tengo. 
Confía en mí, no estoy disfrutando esto más que tú”
Eso no era verdad. Había una sutil seña de emoción en su cabeza. 
No estaba feliz por esto, pero por alguna razón parecía calmada. 
Busqué en su mente, tratando de entenderla. 
Ella se echó para atrás, resintiendo la intrusión. Usualmente 
buscaba desintonizar a Leah – nunca antes había tratado de 
entenderla. 
Fuimos interrumpidos por Seth, pensando en su explicación a 
Edward. Leah chilló ansiosamente. La cara de Edward, 
enmarcada por la misma ventana que la noche anterior, no 
mostraba signo de reaccionar a las noticias. Era una cara blanca, 
muerta. 
“Wow, se ve mal” Dijo Seth para sí mismo. El vampiro no mostró 
signo de reaccionar a ese pensamiento tampoco. Desapareció de 
la ventana. Seth dio la media vuelta y regresó a nosotros. Leah se 
relajó un poco.. 
“Qué está pasando?” Preguntó Leah. “Ponme al tanto”
“No tiene caso, no te quedarás” 
“De hecho, Sr. Alpha, lo haré. Porque como aparentemente debo 
pertenecer a alguien – y no he intentado irme por mí misma, sabes 
perfectamente que eso no funciona – te elijo a ti.”
“Leah, yo no te agrado. Tu no me agradas” 
“Gracias, Capitán Obvio. Eso no me importa. Me quedo con 
Seth.” 
“No te agradan los vampiros. No crees que hay un conflicto de 
intereses aquí?” 
“Tampoco te agradan los vampiros”  
“Pero estoy comprometido con esta alianza. Tu no” 
“Mantendré mi distancia de ellos. Puedo vigilar, así como Seth” 
“Y se supone que debo confiar en ti de esa forma?” 
Estiró su cuello, se puso de puntillas, tratando de ponerse a mi 
altura para verme a los ojos. “No traicionaré a mi manada.” 
Quise echar la cabeza atrás y aullar, como Seth lo había hecho 
antes. “Esta no es tu manada! Ni siquiera es una. Esto es sólo yo, 
yendo por mi cuenta! Que les pasa a los Clearwater? Por qué no 
me pueden dejar en paz?” 
Seth, que se acercaba por detrás nuestro, chilló. Lo había 
ofendido. Genial. 
“He sido de ayuda o no Jake?” 
“No has sido mucho problema, niño, pero si Leah y tu son un 
paquete – si la única forma de deshacerme de ella es mandándote 
a casa… bueno, podrías culparme por quererte lejos?” 
“Ugh, Leah, siempre arruinas todo!” 
“Sí, lo sé.” Contestó, y ese pensamiento estuvo cargado de una 
pesada desesperanza. 
Sentí el dolor que transmitían esas tres palabras, y era mayor de lo 
que podía imaginar. No quería sentir eso. No quería sentirme mal 
por ella. Por supuesto, la manada había sido dura con ella, pero 
ella sola se lo buscó llevando toda su amargura en cada 
pensamiento, haciendo de su mente una pesadilla. 
Seth se sentía culpable también. “Jake… no vas a mandarme lejos 
verdad? Leah no es tan mala. De verdad. Quiero decir, con ella 
aquí, podemos vigilar un perímetro más amplio. Y además pone a 
Sam con tan sólo siete. No hay forma que piense atacar cuando 
los números están en s contra. Probablemente es algo bueno…” 
“Sabes que no quiero ser el líder de una manada, Seth” 
“Entonces no lo seas” ofreció Leah 
Reí burlonamente. “Suena perfecto para mí. Por eso pueden irse a 
casa” 
“Jake” pensó Seth. “Pertenezco aquí. Me agradan los vampiros. 
Bueno, los Cullen en realidad. Ellos son como personas para mí, 
por eso los pienso proteger, porque es lo que se supone que debo 
hacer.” 
“Tal vez tú pertenezcas, niño, pero tu hermana no. Y ella se 
quedará en donde tu estés – “ 
Paré en seco, porque en ese momento vi algo al decir eso. Algo en 
lo que Leah había intentado no pensar. 
Leah no nos abandonaría 
“Pensé que era por Seth” pensé ácidamente. 
Ella se estremeció “Por supuesto que estoy acá por Seth” 
“Y para librarte de Sam” 
Su mandíbula se tensó. “No tengo que darte ninguna explicación. 
Sólo haré lo que me digan. Pertenezco a tu manada Jacob. Fin de 
la discusión” 
Me alejé de ella, gruñendo. 
Maldita sea. Nunca me desharé de ella. Por mucho que me 
desprecie, por mucho que odie a los Cullen, aunque fuera muy 
feliz destruyendo vampiros en este momento, por lo mucho que la 
molesta tener que protegerlos en esta ocasión – nada de eso era 
comparado con lo que sentía por ser libre de Sam. 
Yo no le agrado a Leah, así que no era un problema desear que 
desapareciera. 
Ella amaba a Sam. Aún lo ama. Y el hecho de que él deseara que 
ella desapareciera era un dolor con el que no podía vivir, no ahora 
que tenía una opción. Pudo elegir otra opción. Aún cuando esta 
significaba irse conmigo y los Cullen como perro guardián. 
“No sé si me iría tan lejos” pensó. Trató de poner agresividad, 
dureza en sus palabras, pero habían grandes vacíos en su teatro. 
“Estoy segura que trataría de matarme primero” 
“Mira Leah…” 
“No, tú mira, Jacob. Deja de pelear conmigo, porque no será para 
bien. Quiero quedar fuera de tu camino, de acuerdo? Haré lo que 
me digas. Menos el que me mandes de regreso a la manada de 
Sam para ser la patética ex – novia de la que no se puede 
deshacer. Si quieres que me vaya” – se sentó sobre sus patas 
traseras y me miró fijamente a los ojos – “vas a tener que 
obligarme” 
Me quejé durante un largo rato. Comenzaba sentir algo de 
simpatía por Sam, a pesar de lo que había hecho a mí y a Seth. 
Sin duda por eso pasaba dándo órdenes a todos. De qué otra 
forma se hace cuando quieres que las cosas estén en orden?” 
“Seth, te molestarías si mato a tu hermana?” 
Durante un minuto simuló pensar la respuesta. “Bueno… 
probablemente” 
Exhalé 
“Bien, entonces, Señorita Hago-lo-que-se-me-pegue-la-gana. 
Porque no empiezas a ser útil y nos cuentas lo que sabes? Que 
pasó después de que nos fuimos anoche?” 
“Muchos aullidos. Pero probablemente escucharon esa parte. Eran 
tan fuertes que nos tomó un rato darnos cuenta que ya no 
podíamos oírlos. Sam estaba…” Las palabras le fallaron, pero 
podíamos verlo en nuestra cabeza. Seth y yo nos retorcimos. 
“Después de eso, fue muy claro que tendríamos que pensar las  
cosas dos veces. Sam había planeado hablar con los Ancianos a 
primera hora esta mañana. Se supone que nos reuniríamos y 
haríamos planes. Puedo estar segura que no piensan montar otro 
ataque en seguida. Es un suicidio a este punto, contigo y Seth 
peleados, y los chupasangre advertidos. No estoy segura de lo que 
harán, pero no andaría caminando por el bosque si yo fuera una 
sanguijuela de esas. Es temporada de vampiros.” 
“Entonces decidiste faltar a la reunión de la mañana?” pregunté. 
“Cuando dividimos la vigilancia anoche, pedí permiso para ir a 
casa y decirle a mi madre lo que había pasado –“ 
“Diablos! Le dijiste a Mamá?” gruñó Seth 
“Seth, deja a un lado las peleas de hermanos ahora. Continua 
Leah” 
“Entonces, una vez que fui humana, me tomó un minuto pensar 
bien las cosas. Bueno, de hecho, fue toda la noche. Apuesto que 
los demás pensaron que me había quedado dormida. Pero eso de 
las dos manadas separadas, dos mentes separadas me dio mucho 
en que pensar. Al final, comparé la seguridad que Sam me proveía 
y los otros, eh, beneficios contra la idea de volverme una traidora 
y tener que oler vampiros por quien sabe cuánto tiempo. Ya saben 
lo que decidí. Le dejé una nota a mamá. Supongo que nos 
daremos cuenta cuando ella le cuente a Sam…” 
Leah inclinó una oreja hacia el oeste. 
“Sí, creo que lo sabremos”, coincidí. 
“Y eso es todo. Que hacemos ahora?” preguntó 
Ella y Seth me miraron expectantes. 
Esta era una de las cosas que me negaba a hacer. 
“Creo que debemos estar alertas. Es todo lo que podemos hacer. 
Tal vez deberías tomar una siesta, Leah”  
“Tú has dormido tanto como yo” 
“Pensé que harías lo que se te ordenara” 
“Cierto, eso se desgastará rápidamente”, bufó y después bostezó. 
“Bueno, como sea. No me importa” 
“Vigilaré la línea, Jake. No estoy cansado.” Seth estaba tan feliz 
por no haber sido enviado a casa, que estaba completamente 
extasiado. 
“Claro, claro. Yo iré a ver a los Cullen” 
Seth se fue por el sendero que se había formado en el suelo. Leah 
vió pensativa como se marchaba. 
“Tal vez una ronda o dos antes de que me duerma… Hey Seth, 
quieres ver cuántas veces puedo darte la vuelta?” 
“NO!” 
Dejando salir un quejido, Leah se adentró en el bosque tras él. 
Gruñí sin éxito. Lo que fuera con tal de tener paz y tranquilidad. 
Leah lo intentaba – por Leah. Ella mantuvo sus asuntos por lo 
bajo mientras daba vueltas, pero era imposible no darse cuenta de 
su buen humor. Pensé en lo de “dos compañeros”. Realmente no 
aplicaba, porque uno era suficiente para mí. Pero si tuvieran que 
ser tres de nosotros, es difícil pensar en alguien por quien no la 
cambiaría. 
“Paul?” Leah sugirió 
“Tal vez” Concedí 
Ella se rió, demasiado emocionada e hiperactiva como para 
ofenderse. Me pregunté cuando tiempo duraría la emoción por 
quitarse de encima la lástima de Sam. 
“Entonces esa será mi meta – ser menos irritante que Paul.”  
“Sip, trabaja en eso.” 
Cambié a mi otra forma cuando estaba a unos pocos metros de la 
casa. No había planeado pasar mucho tiempo como humano aquí. 
Pero tampoco había planeado tener a Leah en mi cabeza. Saqué 
mis pantalones rasgados y ví hacia el césped.  
La puerta se abrió antes que pudiera alcanzar las escaleras. Y me 
sorprendió ver a Carlisle en lugar de Edward salir a recibirme – su 
cara se veía cansada y vencida. Por un segundo, mi corazón se 
congeló. Me quedé parado, incapaz de hablar. 
“Estás bien Jacob?” preguntó Carlisle. 
“Lo está Bella?” contesté con la voz entrecortada. 
“Ella…. Está como anoche. Te asusté? Discúlpame. Edward dijo 
que te dirigías para acá en tu forma humana y vine a recibirte, 
porque él no quiso apartarse de su lado. Está despierta” 
Y Edward no quería perder tiempo, porque sabía que no le 
quedaba mucho. Carlisle no lo dijo en voz alta, pero fue como si 
lo hubiera hecho, 
Había pasado mucho tiempo desde que había dormido – desde mi 
última guardia. Podía sentirlo ahora. Dí un paso adelante, y me 
senté en un escalón, me recosté sobre el barandal. 
Moviéndose sin producir casi sonido, de la forma en que 
únicamente un vampiro podría hacerlo, Carlisle tomó asiento en 
el mismo escalón y se recostó contra el otro barandal. 
“No tuve oportunidad de agradecerte anoche, Jacob. No sabes 
cuánto aprecio tu… compasión. Sé perfectamente que lo hiciste 
para proteger a Bella, pero te debo la seguridad del resto de mi 
familia también. Edward me contó lo que tuviste que hacer…” 
“No hablemos de eso” murmuré 
“Si así lo prefieres”  
Nos sentamos en silencio. Podíamos oir a los demás en la casa. 
Emmett, Alice y Jasper, hablando en voz baja y seria en la parte 
de arriba. Esme tarareando sin ritmo en otro cuarto. Rosalie y 
Edward respirando cerca – no podía adivinar quién era quien, 
pero podía escuchar la diferencia la elaborada respiración de 
Bella. Podía escuchar su corazón también. Parecía… intranquilo. 
Parecía que el destino me obligaría a hacer en menos de 
veinticuatro horas todo lo que yo había jurado que nunca haría. 
Acá estaba, cerca de ella, esperando su muerte. 
No quería escuchar nada más. Hablar era mejor que escuchar. 
“Ella es como familia para ti?” Le pregunté a Carlisle. Me había 
llamado la atención cuando dijo que había ayudado al resto de su 
familia también. 
“Sí. Bella es como una hija para mí. Una muy querida hija” 
“Pero la dejarás morir” 
Estuvo callado un largo rato y volteé a verlo. Su cara estaba muy, 
muy cansada. Sabía lo que sentía. 
“Puedo imaginar lo que pensarás de mí por eso” dijo finalmente. 
“Pero no puedo ignorar sus deseos. No es correcto tomar 
decisiones por ella, forzarla” 
Quería molestarme con él, pero lo estaba haciendo difícil. Era 
como aventarme a la cara mis propias palabras, sólo que en 
diferente orden. Sonaron bien antes, pero no podía ser lo correcto. 
No cuando Bella estaba muriendo. Aún así… Recordé lo que se 
sentía estar destrozado sobre el suelo bajo Sam – no tener la 
opción más que verse envuelto en el asesinado de alguien a quien 
amaba. Sin embargo no era lo mismo. Sam estaba equivocado. Y 
Bella amaba lo que no debía. 
“Crees que hay oportunidad de lograrlo? Quiero decir, como 
vampiro y todo eso. Ella me contó… lo de Esme” 
“Podría decir que las posibilidades están equilibradas en este 
punto” respondió con calma “He visto el veneno de vampiros 
lograr milagros, pero aquí hay condiciones que ni el veneno puede 
superar. Su corazón está trabajando demasiado duro ahora; podría 
fallarle… no habrá nada que pueda hacer” 
El corazón de Bella dio latidos no sincronizados, haciendo énfasis 
agonizaste a sus palabras. 
Tal vez el planeta había comenzado a girar al contrario. Tal vez 
eso explicaría como todo era lo opuesto a como había estado ayer 
– como podría estar deseando por algo que una vez me parecía la 
peor cosa en el mundo. 
“Qué es lo que esa cosa le está haciendo?” Susurré. “Ella estaba 
muy mal anoche. Vi… los tubos y todo eso. A través de la 
ventana” 
“El feto no es compatible con su cuerpo. Es demasiado fuerte, por 
alguna razón, pero ella probablemente aguantará todo eso. El 
mayor problema es que no deja que ella obtenga los nutrientes 
que necesita. Su cuerpo está rechazando cualquier forma de 
nutrición. Estoy tratando de alimentarla vía intravenosa, pero 
simplemente no lo absorbe. Su condición se ha acelerado. La veo 
– y no es sólo ella, pero su feto también – se mueren de inanición 
a cada minuto. No puedo detenerlo y no quiere desacelerarse. No 
me imagino que es lo que eso quiere”. Su voz se quebró al final. 
Me sentí de la misma forma que ayer, cuando lo había visto con 
las manchas negras sobre su estómago – furiosa y un poco loca.  
Apreté el puño para controlar mis temblores. Odiaba saber que 
esa cosa la lastimaba. No era suficiente para el monstruo patearla 
desde adentro. No, la estaba acabando también. Probablemente 
buscaba algo en dónde encajar sus dientes – una garganta hasta 
dejarla seca. Como aún no era lo suficientemente grande como 
para matar a alguien, estaba absorbiendo la vida de Bella. 
Podía decirles exactamente lo que quería: muerte y sangre, sangre 
y muerte. 
Mi piel estaba ardiendo. Respiré lentamente, enfocándome en 
calmarme. 
“Desearía tener una mejor idea de lo que es”, murmuró Carlisle. 
“El feto está bien protegido. No he sido capaz de tomar una 
imagen por ultrasonido. Dudo que haya forma en que pueda usar 
una aguja para llegar al saco amniótico, pero Rosalie no me 
dejaría intentarlo de cualquier forma” 
“Una aguja?” susurré. “Y en que podría ayudar eso?”
“Mientras más sepa del feto, más puedo saber de lo que será 
capaz. Lo que daría por tener un poco de ese líquido amniótico. 
Para saber aunque sea su cuenta cromosómica” 
“Me perdiste, Doc. Podrías explicarme?” 
Rió una vez – incluso su risa parecía cansada. “Bien. Qué tanto de 
biología tomaste? Estudiaste los pares cromosómicos?” 
“Creo que si. Tenemos 23 no?” 
“Los humanos sí” 
Pestañeé. “Cuantos tienes tú?” 
“Veinticinco” 
Miré hacia mis puños por un segundo. “Qué significa eso?” 
“Pensé que se refería a que nuestras especies eran prácticamente 
diferentes. Menos relacionadas que un león y un gato doméstico. 
Pero esta nueva vida – bueno, sugiere que somos genéticamente 
más compatible de lo que pensaba” Suspiró tristemente. “No lo 
sabía, para prevenirlos” 
Suspiré también. Había sido fácil odiar a Edward por la misma 
ignorancia. Aún lo odiaba. Simplemente era más difícil sentir lo  
mismo por Carlisle. Tal vez porque los celos no aparecían en el 
caso de Carlisle. 
“Podría ayudar saber cuál es su conteo – si es más cercano a 
nosotros o a ella. Para saber que esperar.” Entonces se estremeció. 
“Pero tal vez no ayudaría en nada. Creo que sólo deseo tener algo 
para estudiar, algo que hacer.” 
“Me pregunto cómo serán mis cromosomas” dije al azar. Pensé en 
los exámenes para detectar esteroides en los Olímpicos. Acaso 
ellos hacían exámenes de ADN? 
Carlisle tosió. “Tienes 24 pares Jacob” 
Volteé lentamente para mirarlo, levantando las cejas. 
Él se veía apenado. “Tenía… curiosidad. Me tomé la libertad 
cuando te traté en Junio pasado” 
Pensé en eso por un segundo. “Supongo que debería molestarme. 
Pero la verdad es que no me importa” 
“Lo siento, debí preguntarte” 
“Está bien, Doc. No tenía intención de lastimar a nadie” 
“No. Te prometo que no quería hacer daño a nadie. Es sólo que… 
encuentro a tu especie fascinante. Supongo que esos elementos de 
la naturaleza vampírica me parecen demasiado comunes. La 
divergencia de tu familia es mucho más interesante. Mágica, casi” 
“Bibibidi- bobidi- boo” murmuré. El, como Bella, también 
comenzaba con esa basura de la magia. 
Carlisle se rió de nueva cuenta con cansancio. 
Entonces pude escuchar la voz de Edward dentro de la casa. Y los 
dos nos detuvimos a escuchar. 
“Regresaré en un momento Bella. Quiero hablar con Carlisle un 
momento. De hecho, Rosalie, te importaría acompañarme?”  
Edward sonaba diferente. Había algo de esperanza en su voz 
muerta. La chispa de algo. No esperanza exactamente, pero tal 
vez deseo por tener esperanza. 
“Qué pasa Edward?” Preguntó Bella preocupada. 
“Nada de lo que debas preocuparte, cariño. Tomará sólo un 
segundo. Por favor, Rose?” 
“Esme” llamó Rosalie. “Podrías atender a Bella un momento?” 
Escuché el susurro del viendo mientras Esme bajaba las escaleras 
“Por supuesto” contestó 
Carlisle se volteó, expectante hacia la puerta. Edward pasó el 
umbral primero, con Rosalie cerca de él. Su cara estaba, como su 
voz, no muerta. Parecía que se concentraba intensamente en algo. 
Rosalie miraba sospechando. 
Edward cerró la puerta tras ella. 
“Carlisle” murmuró 
“Qué pasa, Edward?” 
“Tal vez hemos hecho esto de la forma incorrecta. Estaba 
escuchando la conversación que tenías con Jacob, y cuando 
ustedes hablaban de… lo que el feto quiere, Jacob tuvo un 
pensamiento interesante.” 
Yo? Qué había pensado? Además de mi obvia aversión por esa 
cosa? Al menos no estaba solo en eso. Podía asegurar que incluso 
a Edward se le hacía difícil usar un término tan neutral como 
‘feto’” 
“No hemos intentado un ángulo” Continuó Edward. “Hemos 
tratado de darle a Bella lo que ella necesita. Y su cuerpo lo está 
aceptando tan bien como si cualquiera de nosotros lo haría. Tal 
vez debemos buscar satisfacer primero lo que necesita el… feto”  
“Tal vez si podemos satisfacerlo, seremos capaces de ayudarla de 
forma más efectiva” 
“No te entiendo Edward” dijo Carlisle 
“Piénsalo, Carlisle. Si esa criatura es más vampiro que humano, 
puedes imaginar lo que quiere – lo que no está obteniendo? Jacob 
pudo.” 
Yo pude? Busqué dentro de la conversación que tuvimos, tratando 
de recordar los pensamientos que retuve para mí mismo. Lo 
recordé al mismo tiempo que Carlisle comprendió. 
“Oh” dijo en tono sorprendido. “Piensas que es… sed?” 
Rosalie soltó un sonido de emoción. Ya no aparentaba sospechar 
de nada. Su cara parecía iluminarse de repente, sus ojos se 
agrandaron de la emoción. “Por supuesto” dijo. “Carlisle, 
tenemos toda esa sangre O negativo a un lado de Bella. Es una 
buena idea” añadió, sin voltear a verme. 
“Hmmm” Carlisle puso la mano para recostar su mentón, perdido 
en sus pensamientos. “Me pregunto… y entonces, cual será la 
mejor forma de administrarla…” 
Rosalie sacudió su cabeza. “No tenemos tiempo para ser 
creativos. Debe ser de la forma tradicional” 
“Espera un minuto” susurré. “ Detente ahí. Estás hablando de 
hacer que Bella tome sangre?” 
“Fue tu idea, perro.” Rosalie dijo, volteando hacia mi dirección 
pero sin siquiera verme.  
La ignoré y miré a Carlisle. El mismo fantasma de esperanza que 
había aparecido en la cara de Edward se posicionaba en los ojos 
del doctor. Se mordió los labios, especulando. 
“Eso es…” Ni siquiera pude encontrar una palabra adecuada.  
“Monstruoso?” sugirió Edward. “Repulsivo?” 
“Básicamente” 
“Pero si la salva?” susurró 
Sacudí mi cabeza con fuerza. “Qué vas a hacer? Deslizar un tubo 
en su garganta?” 
“Pienso preguntarle que piensa. Sólo quería hablar con Carlisle 
primero” 
Rosalie asintió. “Si le dices que ayudará al bebé, ella estará 
dispuesta a hacerlo. Aún si tenemos que alimentarlos a través de 
un tubo” 
Me dí cuenta entonces – cuando escuché su voz toda cursi 
mientras decía la palabra ‘bebé’ – que la rubiecita estaría a favor 
de todo lo que significara ayudar al pequeño monstruo chupavidas. 
Eso era lo que pasaba, el misterio que las unía? Rosalie 
cuidaba por el niño? 
De reojo vi a Edward asentir, como ausente, sin mirar a mi 
dirección. Pero sabía que estaba contestando mis preguntas. 
Huh. No hubiera imaginado que la Barbie de hielo tendría un lado 
maternal. No tanto por proteger a Bella – Rosalie probablemente 
intentaría colocar el tubo ella misma. 
La boca de Edward dibujó una dura línea y supe que estaba en lo 
correcto denuevo. 
“Bueno, no tenemos tiempo para sentarnos a discutir esto” dijo 
Rosalie impaciente. “Qué piensas, Carlisle? Podemos intentarlo?” 
Carlisle respiró profundo y se levantó. “Le preguntaremos a 
Bella” 
La rubiecita sonrió triunfante – segura que, si era decisión de 
Bella, ella lo haría.  
Me levanté rumbo a las escaleras y los seguí mientras 
desaparecían en la casa. No estaba seguro porqué. Sólo curiosidad 
morbosa, quizá. Era como una película de horror. Monstruos y 
sangre por todo el lugar. 
Tal vez no podría resistir otra dosis de mi poco abastecimiento de 
drogas. 
Bella yacía tendida en la cama del hospital, su vientre parecía una 
montaña bajo las sábanas. Parecía de cera – sin color y algo 
transparente. Podrías pensar que estaba muerta, excepto por el 
pequeño movimiento en su pecho, su lenta respiración. Y sus 
ojos, siguiéndonos con extraña sospecha. 
Los otros estaban ya a su lado, caminando de un lado a otro con 
repentina emoción. Era horrible ver eso. Comencé a caminar. 
“Qué está pasando?” exigió Bella en un susurro entrecortado. Su 
mano cerosa se movió ligeramente – como si tratara de proteger 
su inmenso estómago. 
“Jacob tuvo una idea que podría ayudarte” dijo Carlisle. Deseé 
que me hubiera dejado fuera de esto. No había sugerido nada. 
Debían darle el crédito al marido chupasangre, que era a quien 
pertenecía. “No será placentero, pero – “ 
“Pero ayudará al bebé,” interrumpió Rosalie ansiosa. “Pensamos 
en una mejor forma de alimentarlo. Quizá” 
Los párpados de Bella se movían rápidamente. Entonces tosió 
tratando de sonreir. “No es placentero?” susurró. “Dios, eso sería 
un gran cambio” Volteó a ver el tubo insertado en su brazo y tosió 
de nuevo. 
La rubiecita rió con ella. 
Parecía que le quedaban pocas horas de vida, y no tenía que estar 
sufriendo, pero era ella la que hacía las bromas. Tan de Bella. 
Tratando de ocultar la tensión, haciéndolo más fácil para todos.  
Edward caminó alrededor de Rosalie, el humor no parecía 
perturbar su intensa mirada. Yo estaba feliz por eso. Ayudaba un 
poco, saber que estaba sufriendo aún más que yo. Él tomó su 
mano, la que no protegía su vientre hinchado.  
“Bella, cariño, te vamos a pedir algo monstruoso” dijo, usando los 
mismos adjetivos que había dicho anteriormente “Repulsivo” 
Bueno, al menos le decía la verdad. 
Ella respiró ahogadamente. “Qué tan malo?” 
Carlisle respondió. “Creemos que el feto es más parecido a los 
nuestros que a los tuyos. Creemos que es sed” 
Ella parpadeó. “Oh, oh” 
“Tu condición – la de ambos – se deterioran rápidamente. No 
tenemos tiempo que perder, como para buscar formas más 
apetecibles de hacer esto. La forma más rápida de probar esta 
teoría – “ 
“Tendré que tomarla” susurró. Asintió ligeramente – con apenas 
energía para moverse. “Puedo hacerlo. Practicando para el futuro, 
no?” Sus labios pálidos dibujaron una sonrisa tímida mientras 
miraba a Edward. Él no sonrió. 
Rosalie comenzó a hacer golpes con su pie impacientemente. El 
sonido era irritante. Me pregunto que haría si la arrojo sobre una 
ventana en este momento. 
“Entonces, quien me buscará un oso pardo?” dijo Bella 
Carlisle y Edward intercambiaron miradas. Rosalie dejó de 
golpear.  
“Qué?” preguntó Bella 
“Será más efectivo si no nos andamos por las ramas, Bella.” 
Contestó Carlisle  
“Si el feto quiere sangre” explicó Edward “No desea sangre 
animal.” 
“No hará ninguna diferencia para ti, Bella. No pienses en eso” la 
animó Rosalie 
Los ojos de Bella se entrecerraron. “Quién?” respiró, y su mirada 
se dirigió a mí.  
“No estoy aquí como donador Bells” gruñí. “Además es sangre 
humana lo que busca, y no creo que la mía aplique – “ 
“Tenemos sangre a la mano” Rosalie le dijo, interrumpiéndome, 
como si no estuviera ahí. “Para ti – por si acaso. No te preocupes 
de nada. Todo estará bien. Tengo un buen presentimiento de esto, 
Bella. Creo que el bebé se pondrá mejor” 
La mano de Bella acarició su estómago 
“Bueno”, dijo, con voz apenas audible. “Estoy hambrienta, así 
que supongo que él lo está también” tratando de hacer otra broma. 
“Vamos a hacerlo. Mi primer acto de vampiro” 


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