domingo, 8 de abril de 2012

Amanecer ♟♜ Capítulo 27: Planes de viaje

Desde que me había convertido en vampiro me tomaba la mitología mucho mas enserio.
Siempre, cuando yo miraba hacia mis tres meses como inmortal, 
imaginaba como el hilo de mi vida dependía del Destino – ¿quien 
sabría pero y si existía realmente? Yo estaba segura de que el hilo 
debería haber cambiado de color – aunque probablemente 
empezase como un agradable beige, algo compasivo y  claro- 
polémico, algo que parecería bueno en segundo plano. Ahora 
sería de un vivo carmesí o quizás un brillante dorado. 
El abrigo de la familia y amigos que me rodeaban juntos era algo 
intenso y hermoso, lleno de sus brillos, de colores
complementarios. 
Estaba sorprendida por alguno de los hilos que se habían incluido 
en mi vida. Los hombres-lobo, con sus profundos y marrones 
tonos, era algo que no había esperado; Jacob, por supuesto, y 
Seth, también. Pero mis viejos amigos Quil y Embry  formaron 
parte de la tela cuando se unieron a la manada de Jacob y hasta 
Sam y Emily eran amables. Las tensiones entre nuestras familias 
se aliviaron, sobretodo gracias a Renesmee. Es tan fácil quererla. 
Sue y Leah Clearwater se unieron en nuestras vidas también- dos 
más que no habría imaginado. 
Sue parecía haberse tomado como algo propio suavizar el proceso 
de hacerle creer a Charlie este mundo. Vino con él  a ver a los 
Cullens la mayor parte de los días aunque nunca parecía sentirse 
cómoda de la misma forma que su hija y la mayor parte de la 
manada de Jake.  
No hablaba con frecuencia, merodeaba de forma protectora cerca 
de Charlie. Siempre era la primera persona a la que él miraba 
cuando Renesmee decía algo muy atrevido – lo cual era muy 
frecuente. Como respuesta, Sue miraría a Seth, cargada de 
significado como si dijese, “Sí, cuéntame” 
Leah esta siempre menos cómoda que Sue y era el único miembro 
de nuestra nueva familia ampliada que era más hostil a la fusión. 
Sin embargo, ella y Jacob tenían una nueva camarería que la 
había acercado a todos. Yo le pregunté a él una vez, vacilante; no 
quería entrometerme pero la relación era tan diferente del modo 
como solía ser que me despertaba curiosidad. Se encogió de 
hombros y me dijo que eran un paquete. Ella estaba de segundo 
comando ahora, su “beta.” 
Lo había llamado así mucho tiempo atrás. 
“Me figuré que tardaría en ser su Alfa real” Jacob explicó “Mejor 
forzar las formalidades” 
La nueva responsabilidad hacía que Leed sintiese la necesidad de 
etiquetarle siempre y desde que él estaba siempre con Renesmee.. 
Leah no era feliz cerca de nosotros pero era la excepción. La 
felicidad era el principal componente de mi vida ahora, el patrón 
dominante del tapiz. Tanto que mi relación con Jasper era mucho 
más cercana de lo que yo nunca habría soñado que fuese. 
Al principio era de verdad enojante, supongo. 
“¡Ay!” me quejé a Edward una noche después de que nosotros 
pusiéramos a Renesmee en su cuna de hierro. “Si no he matado a 
Charlie o Sue todavía no creo que lo haga nunca. Desearía que 
Jasper dejase de rondarles todo el rato” 
“Sin duda, Bella, un poco” me aseguró. “Sabes como Jasper es – 
no puede resistir un buen ambiente emotivo. Tu estás tan feliz 
todo el tiempo que se siente atraído hacia ti sin pensarlo”  
Y entonces Edgard me abrazaba con fuerza, porque nada le 
agradaba más que mi incontenible éxtasis de esta nueva vida. 
Y yo estaba eufórica la mayor parte del tiempo. Los días no eran 
lo suficientemente largos para poder adorar a mi hija, las noches 
no eran lo suficientemente largas para satisfacer mi necesidad de 
Edward. 
Había un ambiente enorme de alegría. Si la tela de nuestras vidas 
se sacase, imaginaba que el diseño era un fondo de  lúgubres 
grises, llenos de dudas y miedo. 
Renesmmee dijo su primera palabra cuando tenía exactamente 
una semana. Su palabra fue mamá, que hizo que fuese mi día, a 
excepción de que estaba muy asustada por su progreso, tanto que 
forcé mi cara congelada para devolverle la sonrisa. No me ayudó 
que pasase de su primera palabra a su primera frase en el mismo 
suspiro. 
“¿Mamá, dónde está el Abuelo?” preguntó en un claro, alto 
soprano, solamente muy alto porque yo estaba cruzando la 
habitación hacia ella. Ella ya había preguntado a Rosalie, usando 
su normal (o preocupantemente anormal, desde otro punto de 
vista) método de comunicación. Rosalie no había respondido su 
pregunta sí que Renesmee se había dirigido a mi. 
Cuando caminó por primera vez, sólo fue tres semanas después, 
fue parecido. Ella simplemente estuvo de pie frente a Alicia 
durante un tiempo largo, mirando con intensidad como su tía 
arreglaba ramos en los jarrones colocados a través  de la 
habitación, danzando hacia arriba y abajo a través de la sala con 
sus brazos llenos de flores. Renesmee se sostuvo en sus pies, ni 
siquiera un poco temblorosa, y cruzó el piso casi con gracia. 
Jacob había aplaudido porque era claramente la respuesta que 
Renesmee quería. La forma que se había vinculado a ella hacía de 
sus propias reacciones algo secundario; su primer reflejo era 
siempre darle a Renesmee cualquier cosa que quisiese. Pero 
nuestros ojos se encontraban, y yo vi todo el pánico mío reflejado  
en ellos. Hice que mis manos palmeasen juntas, también, 
intentando esconderle mi miedo. Edgard aplaudió calladamente a 
mi lado, y nosotros no necesitamos hablar sobre nuestros 
pensamientos para saber que eran los mismos. 
Edgard y Carlisle estaban en plena búsqueda, buscando alguna 
respuesta, algo que esperar. Había muy poco que encontrar, nada 
verificable. 
Alice y Rosalía solían empezar nuestro día con un pase de moda. 
Renesmee nunca vestía las mismas ropas dos veces, en parte 
porque le quedaban pequeñas casi enseguida y por otro lado, 
porque Alice y Rosalie estaban creando un álbum de  bebé que 
parecía avanzar años en vez de semanas. Ellas tomaban cientas de 
fotos, documentando cada fase de su infancia acelerada. 
A los tres meses, Renesmee podía haber sido una niña grande de 
un año o una pequeña de dos. No tenía la forma de un niño 
pequeño; era más grande y más graciosa, sus proporciones eran 
casi como las de un adulto. Sus rizos de bronce colgaban por su 
cintura; no podía cortárselos hasta que Alice lo hubiese permitido. 
Renesmee podía hablar con una mala gramática y articulación 
pero raramente las dos cosas, prefería solamente mostrarse simple 
con las personas que ella quería. No podía sólo caminar, también 
correr y bailar. Podía también leer. 
Había estándole leyendo a Tensión una noche, porque el flujo y el 
ritmo de esa poesía parecía apacible (tenía que buscar 
constantemente nuevo material; a Renesmee no le gustaba repetir 
sus historia de la hora de dormir como otros niños supuestamente 
hacía y no tenía paciencia para los dibujos de los  libros). 
Alcanzaba a tocar mi mejilla, la imagen en su mente era nuestra, 
solamente con ella sosteniendo el libro. Se lo daba a ella, 
sonriendo. 
“Hay música aquí” leyó con vacilación“ tan suave caen los 
pétalos desde las agitadas rosas a la hierba, o las gotas de rocío 
entre las pareces de granito, en un reluciente paso”  
Mi mano era robótica cuando yo devolví el libro. 
“Si lees, ¿cómo podrás dormirte?” Pregunté con una  voz que 
apenas temblando. 
Por los cálculos de Carlisle, el crecimiento de su  cuerpo iba 
gradualmente más despacio; su mente continuaba elevándose. 
Hasta si el ritmo de crecimiento se mantenía como hasta hora 
sería una adulta en no más que cuatro años.  
Cuatro años, Y una anciana con quince. 
Sólo quince años de vida. 
Pero ella estaba tan sana… Vital, fuerte, creciendo y feliz. Su 
llamativa buena forma me hacía estar contenta con ella en el 
momento y dejar el futuro para mañana. 
Carlisle y Edward discutían nuestras opciones para  el futuro 
desde todas las partes con voces altas que intentaba no escuchar. 
Ellos nunca tenían esas discusiones cuando Jacob estaba 
alrededor porque había un método seguro para parar  el 
crecimiento y no era algo que le alegrara a Jacob.  Era ¡tan 
peligroso!, mis instintos me gritaban. Jacob y Renesmee se 
parecían de varias formas, ambos medio ser y no ser, dos cosas al 
mismo tiempo. Y todas las tradiciones de hombres lobo insistían 
que la ponzoña de vampiros era una sentencia de muerte más que 
un medio de inmortalidad. 
Carlisle y Edgar se habían cansado de buscar desde la distancia y 
ahora nosotros estábamos preparando seguir las viejas leyendas 
desde sus orígenes. Íbamos a volver a Brasil, estar ahí. Los 
Ticunas tenían leyendas sobre niños como Renesmee… Si otros 
niños como ella habían existido, quizás alguna historia de la fugaz 
vida de los niños medio morales persistía. 
La única pregunta que dejábamos era exactamente cuando 
nosotros iríamos.  
Estaba el apego. Una pequeña parte de mí quería estar cerca de 
Forks hasta después de vacaciones, por el bien de Charlie. Pero 
más que eso, había un diferente viaje que tenía que venir primero 
– era la principal prioridad. También, sería un excursión en 
solitario. 
Era la única discusión que Edward y yo habíamos tenido desde 
que me convertí en vampiro. El principal punto de conflicto era la 
parte de “solitario”. Pero los hechos estaban donde estaban y mi 
plan era el único con sentido. Yo tenía que ver a los Volturi y 
tenía que hacerlo completamente sola. 
Incluso libre de las viejas pesadillas, sin ningún  sueño, era 
imposible olvidar a los Volturi. Tampoco ellos se quedarían sin 
recuerdos. 
Hasta el día que el regalo de Aro apareció, no sabía que Alice le 
había enviado la invitación de boda a los líderes Volturi; nosotros 
habíamos estado muy lejos en la isla de Esme cuando había visto 
la visión de los soldados Volturi – Jane y Alec, los gemelos de 
poder devastador. Cayo estaba planeando enviarles a una cruzada 
para ver si todavía era humana, contra su mandato (porque sabía 
sobre el mundo secreto de los vampiros, debía unirme o 
permanecer en silencio permanentemente). Así que Alice había 
enviado la invitación, mostrando que eso podría retrasarlos 
cuando descifraran el significado que había detrás. Pero vendrían 
finalmente. Era cierto. 
El regalo no era amenazador. Extravagante, casi aterrador por su 
extravagancia. El miedo venía por la nota de felicitación, escrito 
en tinta negra en un cuadrado de duro, plano blanco papel, a mano 
del propio Aro. 
Espero ver pronto a la nueva Señora Cullen en persona. 
El regalo estaba presentado en una tallada, ornamentada y antigua 
caja de madera, engalanada con oro y perlas madre, decorada con 
un arco iris de piedras preciosas. Alice dijo que la caja era un  
inestimable tesoro, que tendría un inmenso valor aunque no 
hubiese ninguna joya dentro.  
“Siempre me pregunté donde desaparecieron las joyas de la 
Corona después de que John de Inglaterra las sacase en el siglo 
trece.” Carlisle dijo “No debería sorprenderme que  los Volturi 
tengan sus restos. 
El collar era simple – hecho de oro con una gruesa  cadena, casi 
escalada, como una suave serpiente que se cerniese a través de la 
garganta. Un colgante oscilaba en la cadena, un blanco diamante 
del tamaño de una pelota de golf. 
El sutil recordatorio de la nota de Aro me interesaba más que la 
joya. Los Volturi necesitaban ver que yo era inmortal, que los 
Cullen había sido obedientes a sus órdenes y necesitaban verlo 
prono. No podíamos permitirlos cerca de Forks. Era  la única 
forma de mantener nuestra vida aquí a salvo. 
“No vas a ir sola” Edward había insistido a través de sus dientes, 
sus manos encrespadas en garras. 
“No me harán daño” le había dicho tan pronto como pude 
controlarme, forzando mi voy para que sonase segura. “Ellos no 
tienen razón para hacerlo. Soy un vampiro. Caso cerrado.” 
“No. Definitivamente no” 
“Edward, es la única forma de protegerla” 
Y no había podido discutirme esto. Mi lógica era evidente. 
Durante el corto rato que conocí a Aro, había sido  capaz de ver 
que era un coleccionista. Y sus mayores trofeos eran los vivos. El 
coleccionaba belleza, talento y rareza en sus seguidores 
inmortales, más que cualquier joya guardada en sus cajas fuertes. 
Era bastante desafortunado que hubiese comenzado a codiciar las 
habilidades de Alice y Edward. Y no le daría más razones para 
estar celoso de la familia de Carlisle. Renesmee era bella, 
talentosa y única- única en su especie. No podía permitirle verla, 
no a través de los pensamientos de nadie. 
Y yo era la única a la que no podía escuchar sus pensamientos. 
Por supuesto que iría sola. 
Alice no veía ningún problema en mi excursión pero  ella estaba 
preocupada por la distinta cualidad de sus visiones. Dijo que ellos 
parecían a veces confusos cuando tomaban decisiones de fuera 
que podían ser conflictivas pero que no estaban resueltas. 
Esta inseguridad le hacía a Edward vacilante, opuesto a que lo 
hiciese. Quería venir conmigo tan lejos como mi enlace en 
Londres pero yo no podía dejar a Renesmee sin ninguno de sus 
padres. Carlisle estaba tomando parte. Nos dejaba más tranquilos 
a Edward y a mí, sabiendo que Carlisle estaría solo a unas pocas 
horas de mí. 
Alice continuaba rebuscando en el futuro pero las cosas que 
relacionaba no eran lo que buscaba. Una nueva tendencia en el 
mercado de stock, una posible visita de reconciliación de Irina, 
aunque su decisión no era firme; una tormenta de nieve que no 
golpearía otras seis semanas, una llamada de Renee  (estaba 
practicando mi voz ronca, y mejorando cada día – para el 
conocimiento de Renee estaba bastante enferma, pero
recuperándome) 
Compramos los boletos para Italia un día después de que 
Renesmee cumpliera los tres meses. Planeé que sería un viaje 
muy corto, así que no le había dicho a Charlie sobre él. Jacob 
sabía, y él aceptó la visión de Edward sobre esto. Sin embargo, la 
discusión de hoy era sobre Brasil. Jacob determinó  ir con 
nosotros.  
Nosotros tres, Jacob, Renesmee, y yo, iríamos de caza juntos. La 
dieta de la sangre de animal no era la preferida de Renesmee – y 
fue por eso que Jacob nos había permitido seguir adelante. Jacob 
había creado una competencia entre ellos, y por eso ella estaba 
más dispuesta a eso que a todo lo demás.  
Renesmee tenía muy clara la diferencia entre lo bueno y lo malo 
aplicado a la cacería humana; ella pensaba que la sangre donada 
era un compromiso agradable. El alimento humano la  llenó y 
parecía compatible con su sistema, pero ella reaccionó a todas las 
variedades de alimento sólido con la misma resistencia que un 
mártir. Una vez le di coliflor y habas de lima. La sangre de animal 
era un tanto mejor, por lo menos. Ella tenía una naturaleza 
competitiva, y el desafío de competir contra Jacob la excitó más a 
la cacería.  
“Jacob,” le dije, intentando razonar con él otra vez mientras que 
Renesmee estaba bailado delante de nosotros en el claro, 
buscando un olor que le gustó. “Tú tienes obligaciones aquí. Seth, 
Leah-”  
Él resopló. “No soy un paquete de niñera. De todos modos ellos 
tienen todas las responsabilidades en la Push”.  
“¿Cuánta educación? Estás oficialmente entrando a la High 
School (secundaria y prepa), entonces? Si vas a continuar con 
Renesmee, vas a tener que estudiar mucho más duro”.
“Es justo tomarse un sabático (un tiempo libre). Regresaré a la 
escuela cuando las cosas… se calmen” Perdí mi concentración en 
cuanto a mi desacuerdo cuando él dijo eso, y ambos 
automáticamente nos miramos.  
Renesmee miraba fijamente los copos de nieve que se agitaban 
arriba de su cabeza, derritiéndose antes de que pudieran pegarse a 
la hierba amarillenta a lo largo del prado en forma de flecha 
donde estábamos parados. Su vestido ondulado de marfil era sólo 
una sombra más oscura que la nieve, y sus rizos color rojizos 
mantenían su brillo, aunque el sol fue enterrado profundamente 
detrás de las nubes.  
Mientras nos miramos, ella se agachó por un instante y después 
brinco 2 metros hacia arriba. Sus pequeñas manos se cerraron 
alrededor de una escama, y ella cayó ligeramente sobre sus pies. 
Se dio vuelta hacia nosotros con su impactante sonrisa-realmente, 
no era algo a lo que te pudieras acostumbrar - y abrió sus manos 
para mostrarnos la perfecta forma de una estrella de hielo de ocho 
puntas en su palma antes de que derritiera.  
“Bonito” Jacob le hablaba elogiándola. “pero pienso que te estas 
atascando, Nessie.”  
Ella se limitó a ir detrás de Jacob; él extendió sus brazos en el 
preciso momento en que ella saltó en ellos. Tenían el movimiento 
perfectamente sincronizado. Ella hacia esto cuando tenía algo que 
decir. Ella prefería no hablar en voz alta todavía.  
Renesmee tocó su cara, frunció el ceño adorablemente mientras 
escuchamos el sonido de una manada pequeña de alces que se 
movían a la distancia en el bosque.  
“Claaaaro que no estas sedienta, Nessie,” contestó Jacob un poco 
sarcástico, pero más indulgente que todo lo demás.  “Eres una 
miedosa. Yo capturaré al más grande, una vez más”  
Ella movió de un tirón al revés fuera de los brazos de Jacob, 
aterrizando ligeramente en sus pies, y girando sus  ojos – ella se 
parecía tanto a Edward cuando hacia eso. Entonces ella se lanzó 
hacia los árboles. 
“Lo consiguió,” dijo Jacob cuando me incliné como si fuera a 
seguirlo. Él dio un tirón a su camiseta, preparado después de ella 
en el bosque, ya temblando. “No cuenta si haces trampa,” le dijo a 
Renesmee.  
Sonreí con las hojas agitadas que ellos dejaban detrás, sacudiendo 
mi cabeza. Jacob a veces se comportaba más como niño que la 
propia Renesme. Me detuve brevemente, dándoles unos minutos 
de ventaja a mis cazadores. Estaría más allá de simplemente 
seguirlo, y Renesmee amaría la sorpresa del tamaño de su presa. 
Sonreí otra vez.  
El prado lucía muy estrecho, todavía muy vacío. La  nieve que 
caía se adhería a mí. Alice había visto que no sé pegarían por  
muchas semanas. Generalmente Edward y yo veníamos juntos en 
estos viajes de caza, pero Edward estaba con Carlisle hoy, 
planeando el viaje a Río, hablando a espaldas de Jacob…. Fruncí 
el ceño. Cuando volviéramos, me pondría del lado de Jacob. Él 
debe ir con nosotros. Él estaba tan metido en esto  como todos 
nosotros- su vida entera estaba en juego, justo como la mía. 
Mientras que mis pensamientos se perdieron en un futuro 
próximo, mis ojos barrían la zona rutinariamente, buscando la 
presa, buscando peligro, no pensaba en el, simplemente era algo 
automático. O quizás había una razón en mi exploración, un cierto 
minúsculo interruptor que mis agudizados sentidos habían 
encendido antes de que lo hiciera de manera consciente. ¿Mis ojos 
revolotearon a través del borde de un distante acantilado, estaba 
parado allí afuera, rígido, azul grisáceo, haciendo contraste con el 
bosque verde-negro, un destello plateado - o era dorado? - cautivó 
mi atención.  
Mi mirada estaba atenta, notando ese color que no debería haber 
estado allí, hasta ahora lejos en la neblina, si siquiera un águila 
hubiese sido capaz de distinguirlo 
Miré fijamente.  
Ella miró fijamente detrás.  
Que ella fuera un vampiro era obvio. Su piel era de un blanco 
marfil, la textura un millón de veces mas lisa que la piel humana. 
Incluso debajo de las nubes, ella siempre brillaba levemente. Si su 
piel no la hubiera delatado, su calma lo haría. Solamente los 
vampiros y las estatuas podían estar tan perfectamente inmóviles. 
Su cabello era pálido, rubio pálido, casi patinado. Ése era el 
destello que había captado mi ojo. Colgó derecho como regla a un 
borde embotado en su barbilla, dividida uniformemente abajo del 
centro.  
Ella era una extraña para mí. Estaba absolutamente segura de que 
nunca la había visto, ni siquiera como humana. Ningunas de las 
caras en mi memoria fangosa eran iguales que ésta.  Pero la 
reconocí por sus oscuros ojos dorados. 
Irina había decidido venir después de todo.  
Por un momento la miré fijamente, y ella me miró fijamente. Me 
preguntaba si ella supondría quien era inmediatamente como yo lo 
hice. Medio levante mi mano, a punto de saludar, pero su labio se 
torció en un pedacito minúsculo, haciendo su cara repentinamente 
hostil.  
Oí el grito de victoria de Renesmee desde el bosque, oí el eco del 
aullido de Jacob, y vi la cara de Irina volverse reflexiva cuando el 
escucho el eco unos segundos después. Su mirada se  fijó 
levemente a la derecha, y supe lo que ella estaba viendo. Un 
enorme hombre lobo café-rojizo, quizás el que había matado a su 
Laurent.  
¿Cuánto tiempo habrá estado mirándonos? Suficiente  como para 
tener un abrazo cariñoso antes, era seguro.  
Su cara hizo un espasmo de dolor.  
Instantáneamente, abrí las manos delante de mí en un gesto 
carismático. Ella giró hacia a mí, y su labio se movió sobre sus 
dientes. Su quijada estuvo abierta y gruñó. Cuando el débil sonido 
me alcanzó, ella había dado vuelta y había desaparecido ya en el 
bosque. “Demonios!” gemí. Corrí rápidamente en el bosque 
después de Renesmee y de Jacob, no podía tenerlos fuera de mi 
vista. No sabía qué dirección había tomado Irina, o exactamente 
qué tan furiosa estaba ella ahora. La venganza era  una obsesión 
común para los vampiros, una que no era fácil de suprimir. 
Corriendo a toda velocidad, solamente me tomó dos segundos 
para alcanzarlos. “La mía es más grande,” escuché a Renesmee 
insistir y yo estallé a través de los arbustos gruesos hasta llegar al 
espacio abierto donde estaban parados. Los oídos de Jacob se 
movieron cuando él se dio cuenta de mi expresión; se agachó 
hacia adelante, descubriendo sus dientes - su bozal estaba 
manchado con sangre de su matanza. Sus ojos rastrearon el 
bosque. Podía oír el sonido del gruñido que hacia con su garganta. 
Renesmee se puso en alerta tal como Jacob. Abandonando a su  
presa en sus pies, ella saltó en mis brazos que esperaban, 
presionando sus manos curiosas contra mis mejillas.  
“Estoy exagerando,” les aseguré rápidamente. “Esta bien, pienso. 
Aguarda.”  
Saqué mi celular y golpeé las teclas rápidamente. Edward 
contestado al primer llamado. Jacob y Renesmee escucharon 
atentos mi lado mientras hablaba con Edward.  
“Ven, trae a Carlisle,” hable tan rápido que me preguntaba si 
Jacob podía seguir el ritmo”. Vi a Irina, y ella me vio a mi, pero 
entonces vio a Jacob y ella se enojo y huyo, Creo.  Ella no ha 
demostrado para arriba aquí - todavía, de todas formas - sino que 
ella miraba trastorno bonito que ella tan quizá. Si ella no lo hace, 
usted y Carlisle tienen que ir después de ella y hablar con ella. Me 
siento horrible.” 
Jacob tembló.  
“Estaremos allí en medio minuto,” me aseguro Edward, y pude 
oír el silbido del viento el había empezado a correr.  
Nos dirigimos de nuevo al largo prado y después esperamos 
silenciosamente mientras que Jacob y yo escuchamos 
cuidadosamente cualquier sonido de un acercamiento  que no 
reconociéramos. 
Cuando llego el sonido, aunque, era muy familiar. Y entonces 
Edward estaba en mi lado, Carlisle unos segundos detrás. Estaba 
sorprendida de escuchar las pesadas almohadillas de las patas que 
seguían a Carlisle. Supuse que no entrar en shock. Con Renesmee 
a un paso del peligro, por supuesto podría pedir refuerzos 
. “Ella estaba para arriba en ese canto,” les dije inmediatamente, 
precisando el punto. Si Irina huía, ella ya tendría una absoluta 
ventaja. ¿Ella pararía y escucharía Carlisle? Su anterior expresión 
me hizo pensar que no “Quizá deberías llamarle a Emmett y 
Jasper para que vallan contigo. Ella parecía… realmente molesta. 
Ella me gruño”.  
“Qué?” dijo Edward irritado.  
Carlisle puso una mano en su brazo. “Ella está afligida, ve 
después de ella”  
“Voy contigo” Edward insistió.  
Intercambiaron una larga mirada - quizás Carlisle sopesaba la 
irritación de Edward que sentía por Irina contra su habilidad para 
leer mentes. Finalmente, Carlisle cabeceó, y salieron para 
encontrar el rastro, sin llamar a Jasper o Emmett. 
Jacob rabió impacientemente y empujó mi espalda con su nariz. 
Él deseaba regresar a Renesmee a la casa para mantenerla segura, 
por si acaso. Estuve de acuerdo con él en eso, y nos apresuramos 
a llegar a casa con Seth y Leah que funcionaban como nuestros 
flancos.  
Renesmee estaba satisfecha en mis brazos, una mano  todavía 
descansaba sobre mi rostro. Puesto que el viaje de la caza había 
sido abortado, ella tendría que conformarse con la sangre donada. 
Sus pensamientos eran con un aire poco satisfechos.  

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