domingo, 1 de abril de 2012

Amanecer ♟♜ Capítulo 23: Recuerdos


“Lo siento tanto, Seth. Debí estar más cerca”. 
Edward se seguía disculpando, y yo no creía que fuera justo o 
apropiado. Después de todo, Edward no había perdido completa e 
inexplicablemente el control de sus emociones. Edward no había 
intentado cortarle la cabeza a Jacob – Jacob, quien no había ni 
siquiera intentado protegerse – y después accidentalmente roto el 
hombro y clavícula de Seth cuando había saltado para detenernos. 
Edward no había casi asesinado a su mejor amigo. 
No era que ese mejor amigo no tuviera que dar explicaciones, 
pero, obviamente, nada que Jacob hubiera hecho podía merecer 
mi comportamiento. 
Por lo tanto, no debía ser yo quien se disculpara? Traté una vez 
más. 
“Seth. Lo – “ 
“No te preocupes por eso, Bella, estoy completamente bien,” dijo 
Seth al mismo tiempo que Edward dijo, “Bella, cariño, nadie está 
juzgando tu comportamiento. Lo estás haciendo bien”
No habían dejado que terminara de hablar. 
Sólo me hacía sentir peor el hecho de que Edward tenía 
dificultades para quitarse la sonrisa de la cara. Sabía que Edward 
no merecía mi reacción, pero Edward parecía encontrar algo 
satisfactorio en ello. Tal vez estaba deseando tener la excusa de 
ser un neonato para poder también usar excusa de su fuerza física 
contra Jacob. 
Traté de borrar por completo la furia de mi cuerpo, pero era 
difícil, sabiendo que Jacob estaba afuera con Renesmee en este 
momento. Manteniéndola a salvo de mi, la loca neonata.  
Carlisle aseguró otra pieza del enyesado en el brazo de Seth, y 
éste guiñó con dolor. 
“Lo siento, lo siento!”, murmuré, sabiendo que nunca podría 
encontrar la disculpa adecuada. 
“No te pongas así, Bella” dijo Seth, palmeando mi rodilla con su 
mano buena, mientras Edward sobaba mi brazo del otro lado. 
Seth parecía no tener aversión a sentarse a mi lado en el sofá 
donde Carlisle lo curaba. “Estaré listo en media hora”, continuó, 
aún con su mano en mi rodilla, sin tomar en cuenta el frio y dura 
textura de ésta. “Cualquiera hubiera hecho lo mismo, al enterarse 
de lo de Jake y Ness – “. Cortó la palabra y cambió el tema 
rápidamente. “Quiero decir, al menos no me mordiste o algo peor. 
Eso apestaría” 
Enterré la cara en mis manos y me estremecí al pensar en eso, en 
esa posibilidad real. Podía haberlo hecho fácilmente. Los 
licántropos no reaccionan al veneno de vampiros de la misma 
forma en que lo hacen los humanos, me lo acababan de decir. Era 
mortal para ellos. 
“Soy una persona horrible” 
“Por supuesto que no. Yo debí – “ comenzó Edward. 
“Detente” suspiré. No quería que tomara la responsabilidad por lo 
que había pasado como siempre lo hacía. 
“Es una suerte que Ness – Renesmee no es venenosa” dijo Seth 
después de unos segundos de silencio incómodo. “Porque se la 
pasa dándole mordidas a Jacob” 
Mis manos cayeron. “Lo hace?” 
“Claro. Cuando él o Rose no tenían la comida en su boca lo 
suficientemente rápido. Rose piensa que es muy chistoso”  
Lo quedé viendo, en shock, y también con algo de culpa, porque 
tenía que admitir que esto me agradaba en una forma un poco 
petulante. 
Por supuesto, yo ya sabía que Renesmee no era venenosa. Yo fui 
la primer persona a quien mordió. No lo dije en voz alta porque 
en ese momento estaba perdiendo la memoria debido a los 
recientes eventos. 
“Bien, Seth”, dijo Carlisle, enderezándose y alejándose de 
nosotros. “Creo que es todo lo que puedo hacer. Trata de no 
moverte por, oh, unas cuantas horas, supongo” Carlisle rió. 
“Desearía que tratar a los humanos fuera instantáneamente 
gratificante como esto”. Colocó su mano por un momento sobre 
el cabello oscuro de Seth. “Quédate quieto” le ordenó, y 
desapareció por las escaleras. Escuché la puerta de su oficina 
cerrarse, y me pregunté si habían levantado la evidencia del rato 
anterior. 
“Probablemente pueda arreglármelas para quedarme quieto un 
rato”, Seth admitió después de que Carlisle se fuera, y bostezó. 
Cuidadosamente, asegurándose de que su hombro no se torciera, 
Seth colocó su cabeza sobre el respaldo del sofá y cerró los ojos. 
Segundos después, su boca estaba completamente abierta. 
Fruncí el ceño al ver su cara pacífica por un minuto. Igual que 
Jacob, Seth parecía tener la facilidad de quedarse dormido cuando 
lo deseara. Sabiendo que no sería capaz de disculparme de nuevo 
por un largo rato, me levanté; el movimiento no causó ningún 
cambio en el sofá. Todo lo físico era increíblemente fácil. Pero el 
resto…
Edward me siguió a las ventanas traseras y tomó mi mano. 
Leah estaba dando vueltas a lo largo del río, parando de vez en 
cuando para ver hacia la casa. Era fácil saber cuando volteaba 
buscando a su hermano y cuando me buscaba a mí. Alternaba las 
miradas ansiosas y las miradas asesinas. 
Podía escuchar a Jacob y Rosalie en el exterior, en las escaleras 
del frente, peleando a voz baja sobre a quien le tocaba alimentar a 
Renesmee. La relación entre ellos estaba peor que nunca; la única 
cosa en la que estaban de acuerdo es que yo debía mantenerme 
alejada de la bebé hasta que estuviera cien por ciento recuperada 
de mis cambios de humor. Edward trató de interceder por mí, pero 
yo hubiera deseado que no. Yo también quería estar segura. 
Estaba preocupada, sin embargo, de que mi cien por ciento segura 
y su cien por ciento seguros podrían ser cosas completamente 
diferentes. 
Además de esa pequeña disputa, la respiración pausada de Seth y 
el bufido molesto de Leah, estaba muy calmado. Emmett, Alice y 
Esme estaban de cacería. Jasper se había quedado para vigilarme. 
Estaba parado sobre el pilar de las escaleras, tratando de no ser 
molesto para mí. 
Tomé ventaja de la calma que había en ese momento para pensar 
en las cosas que Edward y Seth me habían dicho mientras Carlisle 
curaba el brazo de Seth. Me perdí de muchas cosas mientras me 
quemaba, y esta era la primera vez que tenía para ponerme al 
tanto. 
Lo principal era que había sido el final de la disputa con la 
manada de Seth – razón por la cual los otros se sentían a salvo de 
ir y venir a su gusto. El trato estaba más fuerte que nunca. O 
reforzada, dependiendo del punto de vista, supuse. 
Reforzada, porque la ley más absoluta en la manada era que 
ningún lobo podía matar el objeto sobre el que imprimió otro 
lobo. El dolor provocado por tal cosa podría ser intolerable para 
toda la manada. El culpable, de forma accidental o no, no podía 
ser perdonado; los lobos implicados pelearían hasta la muerte – 
no había otra opción. Había pasado hace mucho tiempo, Seth me 
lo dijo, pero sólo accidentalmente. Ningún lobo podría destruir 
intencionalmente a un hermano de tal forma.  
Por lo tanto Renesmee era intocable gracias a la forma en que 
Jacob la veía ahora. Traté de concentrarme en el alivio que esto 
me daba en lugar de la rabia, pero no era fácil. Mi mente tenía 
espacio suficiente para esas dos intensas emociones al mismo 
tiempo. 
Y Sam no se podía enojar por mi transformación tampoco, porque 
Jacob – hablando como el Alpha por derecho – lo había 
permitido. Luché para tratar de entender, una y otra vez, lo mucho 
que le debía a Jacob cuando únicamente quería enojarme con él. 
Deliberadamente ordené mis pensamientos para controlar mis 
emociones. Consideré otro increíble fenómeno; a pesar de que el 
silencio entre ambas manadas continuaba, Jacob y Sam habían 
descubierto que los Alpha podían hablarse entre ellos, cuando 
estaban en su forma de lobo. No era igual que antes; no podían 
escuchar cada pensamiento como cuando estaban juntos. Era más 
bien como hablar en voz alta, me dijo Seth. Sam únicamente 
podía escuchar los pensamientos que Jacob quería compartir y 
viceversa. Se dieron cuenta que podían comunicarse a distancia 
también, ahora que ya habían arreglado las diferencias. 
No se habían dado cuenta de esto hasta que Jacob había ido solo – 
con las respectivas objeciones de Seth y Leah – para explicarle a 
Sam la situación con Renesmee; fue la única ocasión que la había 
dejado sola desde que había puesto los ojos en ella. 
Una vez que Sam comprendió como había cambiado todo, había 
venido a la casa con Jacob para hablar con Carlisle. Platicaron en 
su forma humana (porque Edward se había negado a alejarse de 
mí durante mi transformación para traducir), y el trato se había 
renovado. La relación amistosa, a pesar de todo, nunca volvería a 
ser igual. 
Un gran problema había sido superado. 
Pero había otro, aunque no físicamente tan peligroso como una 
manada de molestos lobos, que parecía más importante para mí.  
Charlie. 
Había hablado con Esme muy temprano, pero nada lo había 
detenido de seguir llamando, dos veces, unos minutos antes, 
mientras Carlisle trataba a Seth. Carlisle y Edward habían dejado 
que el teléfono sonara. 
Qué sería lo correcto decirle? Estarían los Cullen en lo correcto? 
Decirle que había muerto era lo mejor, lo menos cruel? Podría ser 
capaz de quedar perfectamente quieta en un ataúd mientras 
Charlie o Renée lloraban sobre mi cuerpo? 
No parecía lo correcto para mí. Pero poner en peligro a Charlie o 
Renée, con la obsesión de los Volturi por el secreto, estaba 
claramente fuera de posibilidad. 
Seguía pensando – dejar que Charlie me vea, cuando estuviera 
lista para ello, y dejar que pensara lo que fuera. Técnicamente, las 
reglas de los vampiros permanecerían intactas. No sería mejor 
para Charlie si supiera que seguía viva – o algo así – y feliz? Aún 
cuando me veía extraña y diferente, y probablemente lo asustara? 
Mis ojos en particular, eran mucho más aterradores ahora. Cuanto 
tiempo más pasaría para que pudiera controlarme y el color de 
mis ojos estuviera listo para Charlie? 
“Qué sucede Bella?” preguntó Jasper calmadamente, listo para 
calmar la tensión que crecía en mí. “Nadie está molesto contigo” 
– un pequeño gruñido proveniente del otro lado del río lo 
contradijo, pero él lo ignoró – “nadie está sorprendido, de verdad. 
Bueno, supongo que estamos sorprendidos. Pero sorprendidos por 
la forma en que fuiste capaz de controlarte tal rápidamente. Lo 
hiciste bien. Mejor de lo esperado” 
Mientras hablaba, el cuarto se calmó. La respiración de Seth se 
tranquilizó. Me sentí con más paz, pero no olvidé mis ansiedades.  
“Pensaba en Charlie de hecho” 
Allá afuera, el paseo se detuvo. 
“ah” murmuró Jasper 
“Realmente nos vamos a ir, verdad?” pregunté “Por un tiempo al 
menos. Pretenderemos que estamos en Atlanta o algo”
Pude sentir la mirada de Edward en mi cara, pero yo no quitaba la 
mía de Jasper. Me contestó en un tono grave. 
“Sí. Es la única forma de proteger a tu padre” 
Vacilé por un momento. “Lo voy a extrañar tanto. Extrañaré a 
todos…” 
Jacob, pensé, a pesar de mí misma. A pesar de que las discusiones 
habían terminado – y estaba aliviada que así fuera – él seguía 
siendo mi amigo. Alguien que conocía a la verdadera Bella y la 
aceptaba. Aún siendo un monstruo. 
Pensé en lo que Jacob había dicho, rogándome antes de que lo 
atacara. Dijiste que debíamos estar juntos, no? Que éramos una 
familia. Dijiste que era como tú y yo debíamos ser. Entonces… 
aquí estamos. Es lo que querías. 
Pero no sentía que fuera lo que yo quería. No exactamente. 
Recordé tiempo atrás, las memorias débiles y borrosas de mi vida 
humana. Tiempo atrás, a la parte más difícil de recordar – cuando 
estuve sin Edward, momentos tan oscuros que traté de enterrarlos 
en mi cabeza. No podía tener las palabras correctas; sólo 
recordaba que deseaba a Jacob como mi hermano, para que 
pudiéramos querernos sin confusiones o dolor. Familia. Pero 
nunca había colocado a una hija dentro de esa ecuación. 
Recordé después – en una de las tantas veces que dije adiós a 
Jacob – que me pregunté en voz alta sobre quien sería la persona
para él, quien compondría su vida después de todo lo que le hice. 
Dije algo acerca de quien fuera ella, no sería suficientemente 
buena para él. 
Me reí, y Edward levantó una ceja en cuestionamiento. Sólo 
sacudí mi cabeza. 
Pero por mucho que extrañara a mi amigo, sabía que había un 
problema mayor. Alguna vez Sam, Jared o Quil habían estado un 
día entero sin ver a los objetos de sus fijaciones, Emily, Kim o 
Claire? Podían hacerlo? Que podría hacerle a Jacob el ser 
separado de Renesmee? Le provocaría dolor? 
Había suficiente coraje en mi sistema para hacerme feliz, no por 
su dolor, si no por la idea de alejar a Renesmee de él. Cómo iba a 
lidiar con la idea de que ella le pertenecía a Jacob cuando apenas 
podía ver que ella me pertenecía a mí? 
El sonido de movimiento en el frente de la casa interrumpió mis 
pensamientos. Los escuché levantarse y atravesar la puerta. Al 
mismo tiempo, Carlisle bajaba las escaleras con sus manos llenas 
de cosas extrañas – una cinta métrica, una pesa. Jasper se puso a 
mi lado. Como si me hubiera perdido de algo, incluso Leah se 
había sentado afuera y veía fijamente a través de la ventana con 
una expresión de estar esperando por algo que era familiar pero a 
la vez no interesante. 
“Deben ser seis” dijo Edward 
“Qué?” pregunté, con los ojos puestos sobre Rosalie, Jacob y 
Renesmee. Estaban parados en la puerta, Renesmée en los brazos 
de Rosalie. Rose se veía intrigada. Jacob parecía aturdido. 
Renesmée se veía hermosa e impaciente. 
“Tiempo de medir a Ness – er, Renesmee” explicó Carlisle 
“Oh. Hacen esto todos los días?”  
“Cuatro veces al día” corrigió Carlisle mientras movía a los 
demás hacia el sillón. Creí ver a Renesmee suspirar. 
“Cuatro veces? Cada día? Porqué?” 
“Ella sigue creciendo muy rápido” Edward me murmuró, su voz 
calmada y restringida. Apretó mi mano y otro brazo me tomó por 
la cintura, casi como si necesitara de donde sostenerse. 
No podía quitar los ojos de Renesmee para ver su expresión. 
Se veía perfecta, absolutamente saludable. Su piel brillaba como 
un reflejo sobre lo traslúcido; el color en sus mejillas era 
sonrosado. No podía haber nada de malo con una belleza tan 
radiante. Seguramente lo más peligroso en su vida ahora era su 
propia madre. O no? 
La diferencia entre la bebé que dí a luz y la que conocí una hora 
atrás sería obvio para cualquiera. La diferencia entre Renesmee 
una hora atrás y la de ahora era muy sutil. Los ojos humanos 
nunca lo hubieran detectado. Pero ahí estaba. 
Su cuerpo era ligeramente más largo. Un poco más delgado. Su 
cara no estaba tan redonda; era más ovalada. Sus rizos estaban 
más cerca a sus hombros. Se estiró en los brazos de Rosalie 
mientras Carlisle colocaba la cinta métrica para medirla y luego 
ponerla alrededor de su cabeza. No tomaba notas; memoria 
perfecta. 
Estaba consiente de que las manos de Jacob estaban cruzadas 
sobre su pecho, así como los brazos de Edward estaban en mí. Sus 
espesas cejas prácticamente juntas en una línea formada entre sus 
profundos ojos. 
Renesmee había pasado de una pequeña célula a un niño de 
tamaño normal en tan sólo semanas. Ahora iba directo a comenzar 
a caminar justo días después de haber nacido. A este ritmo de 
crecimiento…
Mi mente de vampiro no tenía problemas con las matemáticas. 
“Qué hacemos?” Susurré, horrorizada 
Los brazos de Edward me apretaron. Entendió exactamente lo que 
le preguntaba. “No lo sé” 
“Está deteniéndose” Murmuró Jacob entre los dientes. 
“Necesitaremos muchos más días de medidas para notar una 
tendencia, Jacob. No puedo hacer promesas” 
“Ayer creció 2 pulgadas. Hoy fue menos de eso” 
“Por un treinta y doceavo de pulgada, si mis medidas son 
perfectas” dijo Carlisle calmadamente. 
“Tiene que se perfecto, Doc” dijo Jacob, marcando las palabras 
como una amenaza. Rosalie se molestó. 
“Estoy haciendo lo mejor que puedo Jacob” le aseguró Carlisle 
Jacob suspiró. “Supongo que es todo lo que puedo pedir” 
Me sentí irritada de nuevo, porque Jacob estaba robando mis 
líneas – y diciéndolas de otra forma. 
Renesmee parecía irritada también. Comenzó a revolverse entre 
los brazos de Rosalie tratando de alcanzar su cara. Rosalie se 
acercó para dejar que Renesmee pudiera tocarla. Después de un 
segundo, Rosalie suspiró. 
“Qué quiere?” demandó Jacob, robando mi línea de nuevo. 
“A Bella por supuesto” le dijo Rosalie, y sus palabras hicieron 
que me sintiera mejor. Entonces me miró “Cómo te sientes?” 
“Preocupada” admití, y Edward apretó mi mano. 
“Bueno, así estamos todos. Pero no es lo que quise decir” 
“Estoy controlada” le prometí. La sed estaba al final de mi lista de 
necesidades. Además, Renesmee olía bien en una forma muy noapetecible para comer. 
Jacob mordió su labio, pero no intentó detener a Rosalie mientras 
me daba Renesmee. Jasper y Edward se pusieron alertas pero lo 
permitieron. Pude sentir la tensión de Rose, y me pregunté que 
sentiría Jasper ahora. O acaso se enfocaba tanto en mí que no 
podría sentir a los demás? 
Renesmee me buscó así como la busqué yo, con una sonrisa 
cegadora en su cara. Se colocó perfectamente entre mis brazos, 
como si estos tuvieran la forma perfecta para ella.
Inmediatamente, puso su pequeña mano sobre mi mejilla. 
Aunque estaba preparada, aún me hacía alterarme un poco ver sus 
recuerdos como visiones en la cabeza. Tan brillantes y llenas de 
color, pero también completamente transparentes. 
Estaba recordando mi ataque contra Jacob, recordando cuando 
Seth se colocó entre nosotros. Había visto y escuchado todo 
perfectamente. No parecía que fuera yo, esa predadora agraciada 
atacando a su presa como una flecha saliendo del arco. Tenía que 
ser alguien más. Eso me hizo sentir ligeramente mejor, viendo 
que Jacob parado ahí, sin defenderse, con sus manos frente a él. 
Sus manos sin temblar. 
Edward se rió, viendo los pensamientos de Renesmee conmigo. Y 
entonces los dos cerramos los ojos al escuchar los huesos de Seth 
quebrarse. 
Renesmee se rió con gracia, y en todo su recuerdo sus ojos no se 
quitaron de Jacob para seguirlo. Sentí algo diferente en ese 
recuerdo – no exactamente protector, si no posesivo – mientras 
ella veía a Jacob. Sentí claramente cuando se alegró de ver a Seth 
colocarse frente a mí. No quería que Jacob saliera lastimado. 
Jacob era de ella. 
“Oh, maravilloso” protesté, “Perfecto” 
“Es porque el sabe mejor que el resto de nosotros” Me aseguró 
Edward, su voz entrecortada con su propia irritación. 
“Te dije que también me quería” dijo Jacob del otro lado del 
salón, con los ojos sobre Renesmee. Su broma parecía un poco 
desolada; la tensión en su cara no había desaparecido. 
Renesmee golpeaba impacientemente, demandando mi atención. 
Otro recuerdo: Rosalie pasando un cepillo delicadamente sobre 
cada uno de sus rizos. Se sentía bien. 
Carlisle con su cinta para medir, sabiendo que tenía que quedarse 
derecha y sin moverse. No le interesaba. 
“Parece que va a darte un paseo por todo lo que te perdiste” 
Edward comentó en mi oído. 
Mi nariz se arrugó cuando saltó al siguiente recuerdo. El olor 
proveniente de un extraño vaso de metal – suficientemente duro 
como para no ser penetrado fácilmente – envió un relámpago 
quemante por mi garganta. Ouch. 
Y de pronto Renesmee ya no estaba en mis brazos, los cuales se 
encontraban aprisionados en mi espalda. No peleé con Jasper, 
sólo vi a Edward con una cara asustada. 
“Qué hice?” 
Edward vió a Jasper tras mío, y después a mí. 
“Pero ella recordaba tener sed” susurró Edward, con su entrecejo 
marcado en una línea profunda. “Recordaba el sabor de la sangre  
humana” 
Los brazos de Jasper apretaron aún más fuerte los míos contra mi 
espalda. Parte de mi notaba que esto no era incómodo, o doloroso, 
como habría sido si fuera humana. Simplemente era molesto. 
Estaba segura que podría contra él, pero no quería pelear. 
“Sí” concedí “ y?” 
Edward me observó por un segundo más, y entonces su cara se 
relajó. Comenzó a reir. “Y no pasa nada al parecer. Reaccioné 
mal en esta ocasión, Jazz. Puedes soltarla” 
La presión desapareció de mis manos. Busqué a Renesmée tan 
pronto fui libre. Edward me la regresó sin dudarlo.
“No entiendo” dijo Jasper. “No puedo soportar esto”
Vi con sorpresa como Jasper salía por la puerta trasera. Leah se 
movió considerablemente para dejar un amplio margen en la orilla 
del río para que él pasara. 
Renesmee tocó mi cuello, repitiendo esta escena inmediatamente, 
como una repetición instantánea. Podía sentir la confusión en su 
recuerdo, un eco del mío. 
Ya había superado la impresión de su pequeño y extraño don. 
Parecía una parte natural de ella, casi esperada. Tal vez ahora que 
yo era supernatural, no debería tener escepticismo.
Pero que pasaba con Jasper? 
“Regresará” dijo Edward, fuera a Renesmee o a mí, no estaba 
segura. “Sólo necesita un momento solo para reajustar su 
perspectiva de la vida” Había una pequeña sonrisa dibujada en su 
rostro. 
Otra memoria humana – Edward diciéndome que Jasper se  
sentiría mejor si yo tenía “dificultades ajustándome” a ser 
vampiro. Esto estaba en contexto con la discusión de a cuanta 
gente mataría en mi primer año. 
“Está molesto conmigo?” pregunté 
Los ojos de Edward se entrecerraron. “No, porqué lo estaría?” 
“Entonces cual es su problema?” 
“Está molesto consigo mismo, no contigo, Bella. Está 
preocupado… por una profecía que él “inventó”” 
“Cómo?” preguntó Carlisle antes que pudiera hacerlo yo 
“Bueno, él se pregunta si la locura de los neonatos es realmente 
tan difícil como lo hemos pensado, o si, con enfoque y actitud, 
cualquiera puede hacerlo tan bien como Bella. Aún ahora – tal 
vez tiene dificultades porque piensa que eso es lo natural e 
inevitable. Tal vez si él esperó algo más de sí mismo, podía elevar 
esas expectativas. Tu lo haces cuestionarse cosas que había 
asumido correctas desde hace mucho tiempo, Bella” 
“Pero es injusto” dijo Carlisle “ Todos somos diferentes, tenemos 
nuestros propios retos. Tal vez lo que pasa con Bella tiene otra 
explicación. Tal vez este es su talento, por así decirlo” 
Me estremecí en sorpresa. Renesmee sintió el cambió, y me tocó. 
Recordó el último segundo y se preguntó por qué? 
“Eso es una teoría interesante, y muy posible” dijo Edward 
Por un breve momento, me decepcioné. Qué? No visiones, o 
habilidades ofensivas extraordinarias como disparar rayos de luz 
por los ojos o algo así? Nada que pudiera ayudar o increíble? 
Y entonces me dí cuenta a lo que se refería, si mi “superpoder” no 
era más que un auto control excepcional.  
Al menos tenía un don. Podía haber sido peor. 
Pero más allá de eso, si Edward estaba en lo correcto entonces 
podía brincarme esta etapa a la cual temí demasiado. 
Y si no tuviera que ser una neonata? No como esas locas 
máquinas de matar, de todas formas. Qué pasaría si pudiera 
encajar perfectamente con los Cullen desde mi primer día? Y si 
no tuviera que esconderme en un lugar remoto por un año 
mientras “crecía”? Que tal si, como Carlisle, nunca mataba a una 
sola persona? Y si pudiera ser un vampiro bueno desde el 
principio? 
Podría ver a Charlie. 
Suspiré tan pronto la realidad desbancó la esperanza. No podría 
ver a Charlie inmediatamente. Los ojos, la voz, la cara perfecta. 
Qué podía decirle; como empezaría si quiera? Me alegré de 
inmediato por haber encontrado la manera de posponer esto por 
un rato más; por mucho que deseaba mantener a Charlie a mi 
lado, estaba asustada del primer encuentro. Ver sus ojos saltar 
ante mi nueva cara, mi nueva piel. Saber que lo estaba asustando. 
Preguntándome que oscura explicación se formaba en su cabeza. 
Era tan cobarde como para esperar un año entero mientras mis 
ojos se arreglaban. Y aquí estoy, cuando pensaba que nunca 
tendría miedo cuando fuera indestructible. 
“Has visto un equivalente al auto control como un talento?” 
Edward preguntó a Carlisle “Realmente crees que ese es su 
talento, o sólo producto de su preparación?” 
Carlisle vaciló. “Es ligeramente similar a lo que Siobhan siempre 
ha sido capaz de hacer, aunque él no lo llamaría talento” 
“Siobhan, tu amigo irlandés?” Preguntó Rosalie. “No sabía que 
pudiera hacer algo especial. Pensé que Maggie era la única  
talentosa de ellos” 
“Si, Siobhan piensa lo mismo. Pero ella tiene esta extraña manera 
de lograr sus objetivos, y casi … convertirlos en realidad. Ella 
cree que es buena planeadora, pero siempre me he preguntado si 
es algo más. Cuando incluyó a Maggie, entre otras cosas. Liam 
era muy territorial, pero Siobhan quería que funcionara, y así fue” 
Edward, Carlisle y Rosalie se colocaron en sillas, mientras 
continuaban con la discusión. Jacob e sentó cerca de Seth en 
forma protectora, un poco aburrido. Por la forma en que sus ojos 
se cerraron, estaba segura que había quedado inconsciente por un 
momento. 
Escuché, pero mi atención estaba dividida. Renesmée estaba muy 
quietecita diciéndome de su día. Nos acercamos a la ventana de 
crista, mis brazos estrechándola automáticamente meintras nos 
veíamos a los ojos. 
Me dí cuenta que los otros no tenían razón para sentarse. Yo 
estaba perfectamente cómoda parada. Era tan agradable como 
estar acostada en una cama reconfortante. Sabía que podía 
quedarme parada por una semana sin moverme y que parecería 
tan relajada al final de esos siete días como si fuera el primero. 
Ellos debían estar sentados por costumbre. Los humanos se darían 
cuenta si alguien se quedaba parado por horas sin siquiera 
balancear su peso en sus piernas. Aún ahora, observé a Rosalie 
pasar sus dedos a través de su cabello y a Carlisle cruzar las 
piernas. Pequeños movimientos que variaban la quietud , para no 
parecer tan vampiros. Debía poner atención a lo que hacían para 
comenzar a practicar. 
Cambié el peso de mi cuerpo a la pierna izquierda. Se sentía 
extraño y tonto. 
Tal vez ellos únicamente trataban de darme tiempo a solas con mi 
bebé – lo suficientemente sola para no ponerla en peligro.  
Renesmee me contó sobre cada minuto de ese día, y tuve el 
presentimiento, por el tono de sus pequeñas historias, que quería 
que la conociera tanto como yo quería lo mismo. Le preocupaba 
que me perdiera de algo – como los pájaros que se habían 
acercado cuando Jacob la abrazaba, ambos quedándose quietos al 
lado de los árboles; los pájaros no se acercaron a Rosalie. O la 
extravagante y polvorosa cosa blanca – leche en polvo – que 
Carlisle había puesto en su vaso, le olía a tierra. O la canción que 
Edward había compuesto para ella y que era tan perfecta; 
Renesmee la tocó dos veces para mí. Me sorprendió verme en el 
fondo de esa escena, perfectamente estática pero bastante herida 
aún. Me estremecí, recordando esos momentos desde mi 
perspectiva. Ese fuego espantoso…
Después de casi una hora – los otros seguían en su discusión, Seth 
y Jacob roncaban en armonía sobre el sofá – los recuerdos de 
Renesmee comenzaron a disminuir. Se tornaron un tanto borrosas 
en las orillas y perdieron foco antes de terminar. Estaba a punto 
de gritarle a Edward con pánico – que le había pasado? – cuando 
sus ojos se cerraron. Bostezó, con sus pequeños labios rosados 
formando una perfecta O, y sus ojos nunca se abrieron. 
Su mano cayó lejos de mi cara mientras entraba en un sueño 
profundo – sus parpados eran de un lavanda pálido, como las 
nubes antes del amanecer. Cuidándome para no despertarla, 
levanté su mano de nuevo y la sostuve con curiosidad. Primero no 
pude ver nada, y entonces, después de unos minutos, una lluvia de 
colores, como un puñado de mariposas, pasaban en sus sueños. 
Atónita, pude ver sus sueños. No tenían sentido. Sólo colores y 
formas y caras. Me complací al ver que mi cara aparecía muchas 
veces – mis dos caras, la espantosa cara humana y la gloriosa 
inmortal – colocadas en diferente orden en sus pensamientos 
inconscientes. Mas que Edward o Rosalie. Pero estaba empatada 
con Jacob; traté que eso no me doliera. 
Por primera vez, entendí como había sido Edward capaz de verme 
dormir noche tras noche aburrida, tan sólo por escucharme hablar 
entre sueños. Podría ver para siempre a Renesmee dormir. 
El cambio en el tono de Edward llamó mi atención cuando dijo 
“Finalmente” y volteó a ver hacia la ventada. Era una noche 
oscura y púrpura, pero podía ver tan lejos como si fuera de día. 
Nada se podía ocultar en la oscuridad; sólo había cambiado de 
color. 
Leah seguía viendo hacia la casa, pero se levantó y alejó tan 
pronto Alice apareció del otro lado del río. Alice se mecía de un 
lado a otro como una trapecista, tocando sus pies con las manos, 
antes de dejar caer su cuerpo en un agraciado espiral. Esme hizo 
un salto más tradicional, mientras Emmett pasó por el río, 
mojando por todos lados e incluso hasta la ventana. Para mi 
sorpresa, Jasper venía tras ellos, con un salto tradicional pero 
eficiente aunque menos impresionante y más sutil que los otros. 
La gran sonrisa en la cara de Alice tenía un brillo familiar, pero 
un poco extraño. De pronto todos me veían sonriendo – Esme 
dulcemente, Emmett emocionado, Rosalie con superioridad, 
Carlisle indulgente y Edward expectante. 
Alice entro al salón antes que cualquiera, con los brazos 
extendidos frente a ella con una aura impaciente a su alrededor. 
En su palma había un conjunto de llaves, con un moño muy 
grande atado a ellas. 
Me extendió las llaves y automáticamente puse a Renesmee sobre 
un brazo, para agarrarla mejor y poder tomar lo que Alice me 
daba. Alice las dejó caer en mi palma. 
“Feliz cumpleaños!” me dijo. 
Hice una cara. “Nadie empieza a celebrar cumpleaños el día que 
nace” le recordé. “Tu primer cumpleaños es un año después, 
Alice”  
Su sonrisa se tornó aún más divertida. “No estamos celebrando tu 
cumpleaños como vampiro. Aún así. Es septiembre trece, Bella. 
Feliz cumpleaños diecinueve!!” 



No hay comentarios:

Publicar un comentario