Desde que me había convertido en vampiro me tomaba la mitología mucho mas enserio.
Siempre, cuando yo miraba hacia mis tres meses como inmortal,
imaginaba como el hilo de mi vida dependía del Destino – ¿quien
sabría pero y si existía realmente? Yo estaba segura de que el hilo
debería haber cambiado de color – aunque probablemente
empezase como un agradable beige, algo compasivo y claro-
polémico, algo que parecería bueno en segundo plano. Ahora
sería de un vivo carmesí o quizás un brillante dorado.
El abrigo de la familia y amigos que me rodeaban juntos era algo
intenso y hermoso, lleno de sus brillos, de colores
complementarios.
Estaba sorprendida por alguno de los hilos que se habían incluido
en mi vida. Los hombres-lobo, con sus profundos y marrones
tonos, era algo que no había esperado; Jacob, por supuesto, y
Seth, también. Pero mis viejos amigos Quil y Embry formaron
parte de la tela cuando se unieron a la manada de Jacob y hasta
Sam y Emily eran amables. Las tensiones entre nuestras familias
se aliviaron, sobretodo gracias a Renesmee. Es tan fácil quererla.
Sue y Leah Clearwater se unieron en nuestras vidas también- dos
más que no habría imaginado.
Sue parecía haberse tomado como algo propio suavizar el proceso
de hacerle creer a Charlie este mundo. Vino con él a ver a los
Cullens la mayor parte de los días aunque nunca parecía sentirse
cómoda de la misma forma que su hija y la mayor parte de la
manada de Jake.
No hablaba con frecuencia, merodeaba de forma protectora cerca
de Charlie. Siempre era la primera persona a la que él miraba
cuando Renesmee decía algo muy atrevido – lo cual era muy
frecuente. Como respuesta, Sue miraría a Seth, cargada de
significado como si dijese, “Sí, cuéntame”
Leah esta siempre menos cómoda que Sue y era el único miembro
de nuestra nueva familia ampliada que era más hostil a la fusión.
Sin embargo, ella y Jacob tenían una nueva camarería que la
había acercado a todos. Yo le pregunté a él una vez, vacilante; no
quería entrometerme pero la relación era tan diferente del modo
como solía ser que me despertaba curiosidad. Se encogió de
hombros y me dijo que eran un paquete. Ella estaba de segundo
comando ahora, su “beta.”
Lo había llamado así mucho tiempo atrás.
“Me figuré que tardaría en ser su Alfa real” Jacob explicó “Mejor
forzar las formalidades”
La nueva responsabilidad hacía que Leed sintiese la necesidad de
etiquetarle siempre y desde que él estaba siempre con Renesmee..
Leah no era feliz cerca de nosotros pero era la excepción. La
felicidad era el principal componente de mi vida ahora, el patrón
dominante del tapiz. Tanto que mi relación con Jasper era mucho
más cercana de lo que yo nunca habría soñado que fuese.
Al principio era de verdad enojante, supongo.
“¡Ay!” me quejé a Edward una noche después de que nosotros
pusiéramos a Renesmee en su cuna de hierro. “Si no he matado a
Charlie o Sue todavía no creo que lo haga nunca. Desearía que
Jasper dejase de rondarles todo el rato”
“Sin duda, Bella, un poco” me aseguró. “Sabes como Jasper es –
no puede resistir un buen ambiente emotivo. Tu estás tan feliz
todo el tiempo que se siente atraído hacia ti sin pensarlo”
Y entonces Edgard me abrazaba con fuerza, porque nada le
agradaba más que mi incontenible éxtasis de esta nueva vida.
Y yo estaba eufórica la mayor parte del tiempo. Los días no eran
lo suficientemente largos para poder adorar a mi hija, las noches
no eran lo suficientemente largas para satisfacer mi necesidad de
Edward.
Había un ambiente enorme de alegría. Si la tela de nuestras vidas
se sacase, imaginaba que el diseño era un fondo de lúgubres
grises, llenos de dudas y miedo.
Renesmmee dijo su primera palabra cuando tenía exactamente
una semana. Su palabra fue mamá, que hizo que fuese mi día, a
excepción de que estaba muy asustada por su progreso, tanto que
forcé mi cara congelada para devolverle la sonrisa. No me ayudó
que pasase de su primera palabra a su primera frase en el mismo
suspiro.
“¿Mamá, dónde está el Abuelo?” preguntó en un claro, alto
soprano, solamente muy alto porque yo estaba cruzando la
habitación hacia ella. Ella ya había preguntado a Rosalie, usando
su normal (o preocupantemente anormal, desde otro punto de
vista) método de comunicación. Rosalie no había respondido su
pregunta sí que Renesmee se había dirigido a mi.
Cuando caminó por primera vez, sólo fue tres semanas después,
fue parecido. Ella simplemente estuvo de pie frente a Alicia
durante un tiempo largo, mirando con intensidad como su tía
arreglaba ramos en los jarrones colocados a través de la
habitación, danzando hacia arriba y abajo a través de la sala con
sus brazos llenos de flores. Renesmee se sostuvo en sus pies, ni
siquiera un poco temblorosa, y cruzó el piso casi con gracia.
Jacob había aplaudido porque era claramente la respuesta que
Renesmee quería. La forma que se había vinculado a ella hacía de
sus propias reacciones algo secundario; su primer reflejo era
siempre darle a Renesmee cualquier cosa que quisiese. Pero
nuestros ojos se encontraban, y yo vi todo el pánico mío reflejado
en ellos. Hice que mis manos palmeasen juntas, también,
intentando esconderle mi miedo. Edgard aplaudió calladamente a
mi lado, y nosotros no necesitamos hablar sobre nuestros
pensamientos para saber que eran los mismos.
Edgard y Carlisle estaban en plena búsqueda, buscando alguna
respuesta, algo que esperar. Había muy poco que encontrar, nada
verificable.
Alice y Rosalía solían empezar nuestro día con un pase de moda.
Renesmee nunca vestía las mismas ropas dos veces, en parte
porque le quedaban pequeñas casi enseguida y por otro lado,
porque Alice y Rosalie estaban creando un álbum de bebé que
parecía avanzar años en vez de semanas. Ellas tomaban cientas de
fotos, documentando cada fase de su infancia acelerada.
A los tres meses, Renesmee podía haber sido una niña grande de
un año o una pequeña de dos. No tenía la forma de un niño
pequeño; era más grande y más graciosa, sus proporciones eran
casi como las de un adulto. Sus rizos de bronce colgaban por su
cintura; no podía cortárselos hasta que Alice lo hubiese permitido.
Renesmee podía hablar con una mala gramática y articulación
pero raramente las dos cosas, prefería solamente mostrarse simple
con las personas que ella quería. No podía sólo caminar, también
correr y bailar. Podía también leer.
Había estándole leyendo a Tensión una noche, porque el flujo y el
ritmo de esa poesía parecía apacible (tenía que buscar
constantemente nuevo material; a Renesmee no le gustaba repetir
sus historia de la hora de dormir como otros niños supuestamente
hacía y no tenía paciencia para los dibujos de los libros).
Alcanzaba a tocar mi mejilla, la imagen en su mente era nuestra,
solamente con ella sosteniendo el libro. Se lo daba a ella,
sonriendo.
“Hay música aquí” leyó con vacilación“ tan suave caen los
pétalos desde las agitadas rosas a la hierba, o las gotas de rocío
entre las pareces de granito, en un reluciente paso”
Mi mano era robótica cuando yo devolví el libro.
“Si lees, ¿cómo podrás dormirte?” Pregunté con una voz que
apenas temblando.
Por los cálculos de Carlisle, el crecimiento de su cuerpo iba
gradualmente más despacio; su mente continuaba elevándose.
Hasta si el ritmo de crecimiento se mantenía como hasta hora
sería una adulta en no más que cuatro años.
Cuatro años, Y una anciana con quince.
Sólo quince años de vida.
Pero ella estaba tan sana… Vital, fuerte, creciendo y feliz. Su
llamativa buena forma me hacía estar contenta con ella en el
momento y dejar el futuro para mañana.
Carlisle y Edward discutían nuestras opciones para el futuro
desde todas las partes con voces altas que intentaba no escuchar.
Ellos nunca tenían esas discusiones cuando Jacob estaba
alrededor porque había un método seguro para parar el
crecimiento y no era algo que le alegrara a Jacob. Era ¡tan
peligroso!, mis instintos me gritaban. Jacob y Renesmee se
parecían de varias formas, ambos medio ser y no ser, dos cosas al
mismo tiempo. Y todas las tradiciones de hombres lobo insistían
que la ponzoña de vampiros era una sentencia de muerte más que
un medio de inmortalidad.
Carlisle y Edgar se habían cansado de buscar desde la distancia y
ahora nosotros estábamos preparando seguir las viejas leyendas
desde sus orígenes. Íbamos a volver a Brasil, estar ahí. Los
Ticunas tenían leyendas sobre niños como Renesmee… Si otros
niños como ella habían existido, quizás alguna historia de la fugaz
vida de los niños medio morales persistía.
La única pregunta que dejábamos era exactamente cuando
nosotros iríamos.
Estaba el apego. Una pequeña parte de mí quería estar cerca de
Forks hasta después de vacaciones, por el bien de Charlie. Pero
más que eso, había un diferente viaje que tenía que venir primero
– era la principal prioridad. También, sería un excursión en
solitario.
Era la única discusión que Edward y yo habíamos tenido desde
que me convertí en vampiro. El principal punto de conflicto era la
parte de “solitario”. Pero los hechos estaban donde estaban y mi
plan era el único con sentido. Yo tenía que ver a los Volturi y
tenía que hacerlo completamente sola.
Incluso libre de las viejas pesadillas, sin ningún sueño, era
imposible olvidar a los Volturi. Tampoco ellos se quedarían sin
recuerdos.
Hasta el día que el regalo de Aro apareció, no sabía que Alice le
había enviado la invitación de boda a los líderes Volturi; nosotros
habíamos estado muy lejos en la isla de Esme cuando había visto
la visión de los soldados Volturi – Jane y Alec, los gemelos de
poder devastador. Cayo estaba planeando enviarles a una cruzada
para ver si todavía era humana, contra su mandato (porque sabía
sobre el mundo secreto de los vampiros, debía unirme o
permanecer en silencio permanentemente). Así que Alice había
enviado la invitación, mostrando que eso podría retrasarlos
cuando descifraran el significado que había detrás. Pero vendrían
finalmente. Era cierto.
El regalo no era amenazador. Extravagante, casi aterrador por su
extravagancia. El miedo venía por la nota de felicitación, escrito
en tinta negra en un cuadrado de duro, plano blanco papel, a mano
del propio Aro.
Espero ver pronto a la nueva Señora Cullen en persona.
El regalo estaba presentado en una tallada, ornamentada y antigua
caja de madera, engalanada con oro y perlas madre, decorada con
un arco iris de piedras preciosas. Alice dijo que la caja era un
inestimable tesoro, que tendría un inmenso valor aunque no
hubiese ninguna joya dentro.
“Siempre me pregunté donde desaparecieron las joyas de la
Corona después de que John de Inglaterra las sacase en el siglo
trece.” Carlisle dijo “No debería sorprenderme que los Volturi
tengan sus restos.
El collar era simple – hecho de oro con una gruesa cadena, casi
escalada, como una suave serpiente que se cerniese a través de la
garganta. Un colgante oscilaba en la cadena, un blanco diamante
del tamaño de una pelota de golf.
El sutil recordatorio de la nota de Aro me interesaba más que la
joya. Los Volturi necesitaban ver que yo era inmortal, que los
Cullen había sido obedientes a sus órdenes y necesitaban verlo
prono. No podíamos permitirlos cerca de Forks. Era la única
forma de mantener nuestra vida aquí a salvo.
“No vas a ir sola” Edward había insistido a través de sus dientes,
sus manos encrespadas en garras.
“No me harán daño” le había dicho tan pronto como pude
controlarme, forzando mi voy para que sonase segura. “Ellos no
tienen razón para hacerlo. Soy un vampiro. Caso cerrado.”
“No. Definitivamente no”
“Edward, es la única forma de protegerla”
Y no había podido discutirme esto. Mi lógica era evidente.
Durante el corto rato que conocí a Aro, había sido capaz de ver
que era un coleccionista. Y sus mayores trofeos eran los vivos. El
coleccionaba belleza, talento y rareza en sus seguidores
inmortales, más que cualquier joya guardada en sus cajas fuertes.
Era bastante desafortunado que hubiese comenzado a codiciar las
habilidades de Alice y Edward. Y no le daría más razones para
estar celoso de la familia de Carlisle. Renesmee era bella,
talentosa y única- única en su especie. No podía permitirle verla,
no a través de los pensamientos de nadie.
Y yo era la única a la que no podía escuchar sus pensamientos.
Por supuesto que iría sola.
Alice no veía ningún problema en mi excursión pero ella estaba
preocupada por la distinta cualidad de sus visiones. Dijo que ellos
parecían a veces confusos cuando tomaban decisiones de fuera
que podían ser conflictivas pero que no estaban resueltas.
Esta inseguridad le hacía a Edward vacilante, opuesto a que lo
hiciese. Quería venir conmigo tan lejos como mi enlace en
Londres pero yo no podía dejar a Renesmee sin ninguno de sus
padres. Carlisle estaba tomando parte. Nos dejaba más tranquilos
a Edward y a mí, sabiendo que Carlisle estaría solo a unas pocas
horas de mí.
Alice continuaba rebuscando en el futuro pero las cosas que
relacionaba no eran lo que buscaba. Una nueva tendencia en el
mercado de stock, una posible visita de reconciliación de Irina,
aunque su decisión no era firme; una tormenta de nieve que no
golpearía otras seis semanas, una llamada de Renee (estaba
practicando mi voz ronca, y mejorando cada día – para el
conocimiento de Renee estaba bastante enferma, pero
recuperándome)
Compramos los boletos para Italia un día después de que
Renesmee cumpliera los tres meses. Planeé que sería un viaje
muy corto, así que no le había dicho a Charlie sobre él. Jacob
sabía, y él aceptó la visión de Edward sobre esto. Sin embargo, la
discusión de hoy era sobre Brasil. Jacob determinó ir con
nosotros.
Nosotros tres, Jacob, Renesmee, y yo, iríamos de caza juntos. La
dieta de la sangre de animal no era la preferida de Renesmee – y
fue por eso que Jacob nos había permitido seguir adelante. Jacob
había creado una competencia entre ellos, y por eso ella estaba
más dispuesta a eso que a todo lo demás.
Renesmee tenía muy clara la diferencia entre lo bueno y lo malo
aplicado a la cacería humana; ella pensaba que la sangre donada
era un compromiso agradable. El alimento humano la llenó y
parecía compatible con su sistema, pero ella reaccionó a todas las
variedades de alimento sólido con la misma resistencia que un
mártir. Una vez le di coliflor y habas de lima. La sangre de animal
era un tanto mejor, por lo menos. Ella tenía una naturaleza
competitiva, y el desafío de competir contra Jacob la excitó más a
la cacería.
“Jacob,” le dije, intentando razonar con él otra vez mientras que
Renesmee estaba bailado delante de nosotros en el claro,
buscando un olor que le gustó. “Tú tienes obligaciones aquí. Seth,
Leah-”
Él resopló. “No soy un paquete de niñera. De todos modos ellos
tienen todas las responsabilidades en la Push”.
“¿Cuánta educación? Estás oficialmente entrando a la High
School (secundaria y prepa), entonces? Si vas a continuar con
Renesmee, vas a tener que estudiar mucho más duro”.
“Es justo tomarse un sabático (un tiempo libre). Regresaré a la
escuela cuando las cosas… se calmen” Perdí mi concentración en
cuanto a mi desacuerdo cuando él dijo eso, y ambos
automáticamente nos miramos.
Renesmee miraba fijamente los copos de nieve que se agitaban
arriba de su cabeza, derritiéndose antes de que pudieran pegarse a
la hierba amarillenta a lo largo del prado en forma de flecha
donde estábamos parados. Su vestido ondulado de marfil era sólo
una sombra más oscura que la nieve, y sus rizos color rojizos
mantenían su brillo, aunque el sol fue enterrado profundamente
detrás de las nubes.
Mientras nos miramos, ella se agachó por un instante y después
brinco 2 metros hacia arriba. Sus pequeñas manos se cerraron
alrededor de una escama, y ella cayó ligeramente sobre sus pies.
Se dio vuelta hacia nosotros con su impactante sonrisa-realmente,
no era algo a lo que te pudieras acostumbrar - y abrió sus manos
para mostrarnos la perfecta forma de una estrella de hielo de ocho
puntas en su palma antes de que derritiera.
“Bonito” Jacob le hablaba elogiándola. “pero pienso que te estas
atascando, Nessie.”
Ella se limitó a ir detrás de Jacob; él extendió sus brazos en el
preciso momento en que ella saltó en ellos. Tenían el movimiento
perfectamente sincronizado. Ella hacia esto cuando tenía algo que
decir. Ella prefería no hablar en voz alta todavía.
Renesmee tocó su cara, frunció el ceño adorablemente mientras
escuchamos el sonido de una manada pequeña de alces que se
movían a la distancia en el bosque.
“Claaaaro que no estas sedienta, Nessie,” contestó Jacob un poco
sarcástico, pero más indulgente que todo lo demás. “Eres una
miedosa. Yo capturaré al más grande, una vez más”
Ella movió de un tirón al revés fuera de los brazos de Jacob,
aterrizando ligeramente en sus pies, y girando sus ojos – ella se
parecía tanto a Edward cuando hacia eso. Entonces ella se lanzó
hacia los árboles.
“Lo consiguió,” dijo Jacob cuando me incliné como si fuera a
seguirlo. Él dio un tirón a su camiseta, preparado después de ella
en el bosque, ya temblando. “No cuenta si haces trampa,” le dijo a
Renesmee.
Sonreí con las hojas agitadas que ellos dejaban detrás, sacudiendo
mi cabeza. Jacob a veces se comportaba más como niño que la
propia Renesme. Me detuve brevemente, dándoles unos minutos
de ventaja a mis cazadores. Estaría más allá de simplemente
seguirlo, y Renesmee amaría la sorpresa del tamaño de su presa.
Sonreí otra vez.
El prado lucía muy estrecho, todavía muy vacío. La nieve que
caía se adhería a mí. Alice había visto que no sé pegarían por
muchas semanas. Generalmente Edward y yo veníamos juntos en
estos viajes de caza, pero Edward estaba con Carlisle hoy,
planeando el viaje a Río, hablando a espaldas de Jacob…. Fruncí
el ceño. Cuando volviéramos, me pondría del lado de Jacob. Él
debe ir con nosotros. Él estaba tan metido en esto como todos
nosotros- su vida entera estaba en juego, justo como la mía.
Mientras que mis pensamientos se perdieron en un futuro
próximo, mis ojos barrían la zona rutinariamente, buscando la
presa, buscando peligro, no pensaba en el, simplemente era algo
automático. O quizás había una razón en mi exploración, un cierto
minúsculo interruptor que mis agudizados sentidos habían
encendido antes de que lo hiciera de manera consciente. ¿Mis ojos
revolotearon a través del borde de un distante acantilado, estaba
parado allí afuera, rígido, azul grisáceo, haciendo contraste con el
bosque verde-negro, un destello plateado - o era dorado? - cautivó
mi atención.
Mi mirada estaba atenta, notando ese color que no debería haber
estado allí, hasta ahora lejos en la neblina, si siquiera un águila
hubiese sido capaz de distinguirlo
Miré fijamente.
Ella miró fijamente detrás.
Que ella fuera un vampiro era obvio. Su piel era de un blanco
marfil, la textura un millón de veces mas lisa que la piel humana.
Incluso debajo de las nubes, ella siempre brillaba levemente. Si su
piel no la hubiera delatado, su calma lo haría. Solamente los
vampiros y las estatuas podían estar tan perfectamente inmóviles.
Su cabello era pálido, rubio pálido, casi patinado. Ése era el
destello que había captado mi ojo. Colgó derecho como regla a un
borde embotado en su barbilla, dividida uniformemente abajo del
centro.
Ella era una extraña para mí. Estaba absolutamente segura de que
nunca la había visto, ni siquiera como humana. Ningunas de las
caras en mi memoria fangosa eran iguales que ésta. Pero la
reconocí por sus oscuros ojos dorados.
Irina había decidido venir después de todo.
Por un momento la miré fijamente, y ella me miró fijamente. Me
preguntaba si ella supondría quien era inmediatamente como yo lo
hice. Medio levante mi mano, a punto de saludar, pero su labio se
torció en un pedacito minúsculo, haciendo su cara repentinamente
hostil.
Oí el grito de victoria de Renesmee desde el bosque, oí el eco del
aullido de Jacob, y vi la cara de Irina volverse reflexiva cuando el
escucho el eco unos segundos después. Su mirada se fijó
levemente a la derecha, y supe lo que ella estaba viendo. Un
enorme hombre lobo café-rojizo, quizás el que había matado a su
Laurent.
¿Cuánto tiempo habrá estado mirándonos? Suficiente como para
tener un abrazo cariñoso antes, era seguro.
Su cara hizo un espasmo de dolor.
Instantáneamente, abrí las manos delante de mí en un gesto
carismático. Ella giró hacia a mí, y su labio se movió sobre sus
dientes. Su quijada estuvo abierta y gruñó. Cuando el débil sonido
me alcanzó, ella había dado vuelta y había desaparecido ya en el
bosque. “Demonios!” gemí. Corrí rápidamente en el bosque
después de Renesmee y de Jacob, no podía tenerlos fuera de mi
vista. No sabía qué dirección había tomado Irina, o exactamente
qué tan furiosa estaba ella ahora. La venganza era una obsesión
común para los vampiros, una que no era fácil de suprimir.
Corriendo a toda velocidad, solamente me tomó dos segundos
para alcanzarlos. “La mía es más grande,” escuché a Renesmee
insistir y yo estallé a través de los arbustos gruesos hasta llegar al
espacio abierto donde estaban parados. Los oídos de Jacob se
movieron cuando él se dio cuenta de mi expresión; se agachó
hacia adelante, descubriendo sus dientes - su bozal estaba
manchado con sangre de su matanza. Sus ojos rastrearon el
bosque. Podía oír el sonido del gruñido que hacia con su garganta.
Renesmee se puso en alerta tal como Jacob. Abandonando a su
presa en sus pies, ella saltó en mis brazos que esperaban,
presionando sus manos curiosas contra mis mejillas.
“Estoy exagerando,” les aseguré rápidamente. “Esta bien, pienso.
Aguarda.”
Saqué mi celular y golpeé las teclas rápidamente. Edward
contestado al primer llamado. Jacob y Renesmee escucharon
atentos mi lado mientras hablaba con Edward.
“Ven, trae a Carlisle,” hable tan rápido que me preguntaba si
Jacob podía seguir el ritmo”. Vi a Irina, y ella me vio a mi, pero
entonces vio a Jacob y ella se enojo y huyo, Creo. Ella no ha
demostrado para arriba aquí - todavía, de todas formas - sino que
ella miraba trastorno bonito que ella tan quizá. Si ella no lo hace,
usted y Carlisle tienen que ir después de ella y hablar con ella. Me
siento horrible.”
Jacob tembló.
“Estaremos allí en medio minuto,” me aseguro Edward, y pude
oír el silbido del viento el había empezado a correr.
Nos dirigimos de nuevo al largo prado y después esperamos
silenciosamente mientras que Jacob y yo escuchamos
cuidadosamente cualquier sonido de un acercamiento que no
reconociéramos.
Cuando llego el sonido, aunque, era muy familiar. Y entonces
Edward estaba en mi lado, Carlisle unos segundos detrás. Estaba
sorprendida de escuchar las pesadas almohadillas de las patas que
seguían a Carlisle. Supuse que no entrar en shock. Con Renesmee
a un paso del peligro, por supuesto podría pedir refuerzos
. “Ella estaba para arriba en ese canto,” les dije inmediatamente,
precisando el punto. Si Irina huía, ella ya tendría una absoluta
ventaja. ¿Ella pararía y escucharía Carlisle? Su anterior expresión
me hizo pensar que no “Quizá deberías llamarle a Emmett y
Jasper para que vallan contigo. Ella parecía… realmente molesta.
Ella me gruño”.
“Qué?” dijo Edward irritado.
Carlisle puso una mano en su brazo. “Ella está afligida, ve
después de ella”
“Voy contigo” Edward insistió.
Intercambiaron una larga mirada - quizás Carlisle sopesaba la
irritación de Edward que sentía por Irina contra su habilidad para
leer mentes. Finalmente, Carlisle cabeceó, y salieron para
encontrar el rastro, sin llamar a Jasper o Emmett.
Jacob rabió impacientemente y empujó mi espalda con su nariz.
Él deseaba regresar a Renesmee a la casa para mantenerla segura,
por si acaso. Estuve de acuerdo con él en eso, y nos apresuramos
a llegar a casa con Seth y Leah que funcionaban como nuestros
flancos.
Renesmee estaba satisfecha en mis brazos, una mano todavía
descansaba sobre mi rostro. Puesto que el viaje de la caza había
sido abortado, ella tendría que conformarse con la sangre donada.
Sus pensamientos eran con un aire poco satisfechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario